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TDAH: Un trastorno superable, no una virtud

 

Manuel Rodríguez G.

Como decía Russell Barkley en un artículo publicado hace unos meses, http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2012/02/barkley-el-exito-no-es-un-atributo-del.html, el TDAH no es un don. El don está en buscar, desarrollar y creer en esas habilidades inherentes que tiene cada individuo, sufran o no este minante trastorno y saberlas explotar mediante la debida motivación y estímulo.

En esa misma línea, la psicóloga Isabel Orjales se pronuncia en el siguiente artículo aparecido hace unos días, donde incide como ya lo hacía Barkley en su día, en que el TDAH no es ninguna virtud, pero sí que se puede realizar una vida digna e incluso exitosa, si se ayuda y apoya a los afectados, mediante la motivación y potenciación de otras peculiaridades innatas a cada individuo en particular, pero no al TDAH en si mismo, como erróneamente se especula por algunas corrientes.

Desafortunadamente, las reivindicaciones de muchas familias que buscan apoyo y ayudas diversas hacia los afectados a nivel escolar, sanitario y social, chocan con este tipo de filosofías que parecen dar a entender que el Trastorno por déficit de atención es un chollo para quienes lo poseen, cual virtud, don o poder especial, desacreditando en el fondo al individuo en sí, puesto que éste es mucho más que una peculiaridad que frena el desarrollo evolutivo y social del sujeto en sí y que no olvidemos se denomina Trastorno por Déficit Atencional. Un trastorno que es parte de las múltiples peculiaridades de cada individuo afectado en particular, pero ni mucho menos un todo de esa persona en sí. Al respecto y aunque muy generalizadamente se utiliza, no hay “niños TDAH”, sino niños con un trastorno por Déficit de Atención, pero también con muchas otras peculiaridades que posiblemente desarrolladas, motivadas y potenciadas pueden dar lugar al logro de una vida digna de estos niños; es decir a superar este, insisto, minante trastorno.

 

Triunfadores con TDAH, ¿falsas esperanzas o estímulos?

PILAR MANZANARES

Triunfadores con TDAH, ¿falsas esperanzas o estímulos?

El tenista Fernando Verdasco. / Cristina Quicler (Afp)

Deportistas como el nadador Michael Phelps o el tenista Fernando Verdasco dan buena muestra de que una persona diagnosticada con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad puede llegar muy lejos. Pero hay que tener cuidado con los ejemplos.

Como señala la doctora Isabel Orjales, «debemos pensar que estos grandes deportistas han llegado donde han llegado no por ser TDAH, sino por su buena habilidad para esos deportes, por el disfrute que tenían en su práctica, por la perseverancia y la constancia y el apoyo de la familia y los entrenadores».

Pensar –como circula por los mentideros– que los niños con TDAH tienen de por sí más habilidades para ser deportistas es un grave error, sobre todo porque en la gran mayoría de los casos suele suceder justo lo contrario.

Lo que sí se pone de manifiesto en ambos casos es que el entorno, tan importante para los que padecen este trastorno, ha sabido detectar sus buenas capacidades y se les ha apoyado para poder desarrollarlas: «Si tu familia no cree en tus capacidades no tendrás la posibilidad de recibir el entrenamiento adecuado y si el colegio no es flexible y absorbe todo tu tiempo menospreciando es tipo de prácticas, será inviable que puedas alcanzar metas como esas», afirma la doctora.

Lo importante es, por lo tanto, conocer al niño con TDAH para buscar las actividades de ocio más adecuadas para desarrollar su buena autoestima y su buen potencial.

Mejor en la universidad

Tal y como explica la doctora Orjales, los niños con TDAH tienen verdaderos problemas para superar la educación Secundaria y el Bachillerato, más a veces que la Universidad. En la Universidad, los jóvenes eligen aquellas materias para las que están mejor dotados, no se penalizan las faltas de asistencia, está permitido estudiar por apuntes fotocopiados y no es necesario un estudio tan constante (si se tiene capacidad, se puede estudiar intensivamente a última hora y superar una asignatura).

En el colegio, sin embargo, se exige que el niño con TDAH sea muy constante, los deberes son diarios, los apuntes tienen que tomarse a mano y estar limpios, los ejercicios deben estar todos realizados, las laminas de dibujo entregadas a tiempo, se penalizan las faltas por no llevar el equipo de deporte completo, por olvidar la flauta o no llevar el material de dibujo: «Además, la evaluación continua se convierte en un examen perpetuo. No importa que demuestren conocimientos de sobresaliente en el examen de evaluación, se hará la media con un montón de notas», señala la experta.

«En el colegio y el instituto se exige al niño con TDAH que aprenda, pero que aprenda en el momento y al ritmo que el profesor dicta y eso es para ellos mucho más difícil de cumplir. En la Universidad desaparecen los deberes diarios que les desbordan, los exámenes suelen ser más fácilmente tipo test, existen otras formas de evaluación alternativas (trabajos o prácticas) y cuando apruebas una materia puedes liberarla», concluye.

 

Fuente:

http://www.laverdad.es/

Falsos mitos del Trastorno por Déficit de Atención (TDA/H)

 

Si lee bien, no lo tiene. Si reacciona ante los castigos, tampoco. Si es muy inteligente es que se aburre en clase. Frases como estas consiguen que niños afectados por el Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad no sean diagnosticados a tiempo. Los expertos arrojan luz sobre un síndrome que afecta a un niño por aula

PILAR MANZANARES Los falsos mitos de la hiperactividad

Detectar un tdah es complejo, ya que además de atender a los síntomas hay que conocer muy bien el comportamiento actual del niño, su historia y sus antecedentes familiares. / Black Rock Digital

Niños más difíciles de educar por su comportamiento inmaduro y más impulsivo, en los que los castigos no parecen funcionar, que necesitan de una supervisión mucho más frecuente y que suelen ir mal en el colegio por la dificultad que tienen para regular la atención, organizarse, manejar el tiempo o planificar tareas. Estas son algunas de las características que se observan en los afectados por un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Unas siglas que, en los últimos tiempos, parecen haberse puesto de moda y de las que la sociedad apenas conoce su alcance.

Para comenzar a despejar los falsos mitos que rodean al TDAH hay que explicar que este es un trastorno crónico del neurodesarrollo que afecta a entre un 3 y un 6% de los niños en edad escolar (aproximadamente un niño por aula) y que se caracteriza por presentar síntomas de desatención, de hiperactividad/impulsividad o ambos grupos de síntomas con una intensidad demasiado exagerada para su nivel de desarrollo, su edad cronológica y la educación que ha recibido.

Cómo reconocerlo

«Para que pueda diagnosticarse no basta con que el niño tenga estos síntomas, sino que deben ser crónicos. Es decir, no pueden ser originados únicamente por algún factor de estrés puntual en la vida del niño, sino que deben producirle problemas de adaptación importantes y no deben poderse explicar mejor porque el niño padezca un retraso intelectual, un trastorno generalizado del desarrollo o un trastorno emocional», explica Isabel Orjales Villar, doctora en Pedagogía, profesora de la Facultad de Psicología de la UNED y una de las mayores expertas en este trastorno, asociado a un peor funcionamiento del córtex prefrontal del cerebro.

Una vez observados estos síntomas descritos, es hora de que los padres y tutores reciban una orientación psicoeducativa. Ahí aprenderán a organizarse en casa, a saber cómo exigir al niño y qué esperar de él, a controlar mejor su comportamiento y a afrontar situaciones difíciles.

Si con todo, y aunque haya una mejora, los síntomas perduran se puede estar ante un niño con riesgo de padecer TDAH: «Quizá a los 2, 3 ó 4 años no cumpla todavía todos los criterios necesarios para el diagnostico (porque no ha pasado tiempo suficiente para constatar la cronicidad del problema, porque haya que descartar que pueda deberse a otros motivos o porque quizá no manifieste todavía desadaptación significativa) pero muestra un perfil de TDAH que habremos moderado en intensidad con un tratamiento de este tipo», afirma la doctora Orjales.

Difícil diagnóstico

Aunque parezca sencillo, diagnosticar un TDAH es complejo, ya que a la observancia de los síntomas mencionados los expertos deben sumarle un conocimiento muy profundo del niño, su historia, su comportamiento actual y sus antecedentes familiares. Esto último puede ayudar mucho si en la familia ya se hubieran detectado más casos de TDAH, ya que en el 76% de los casos el origen tiene una fuerte base genética.

Con todo, es importante acudir cuanto antes a un especialista ya que en el tratamiento está la base de poder llevar una vida mejor, ya que los afectados por este trastorno sufren otros síntomas denominados emocionales. Así, la baja tolerancia a la frustración y al esfuerzo suele ser algo que aparece de forma secundaria en ellos.

«Por lo general empiezan siendo niños trabajadores, entusiastas y voluntariosos, pero la realidad es que se juntan dos factores para que aparezcan estos síntomas. Por un lado, estos niños viven más experiencias frustrantes que los demás (sus trabajos son de peor calidad, cometen errores que no esperan y se les regaña por muchas pequeñas cosas a lo largo del día). Por otra, la inmadurez que caracteriza al TDAH afecta también a su capacidad para reflexionar sobre su comportamiento y sobre lo que han realizado, por eso suelen ser demasiado optimistas y soñadores, lo que hace que se decepcionen en mayor medida cuando las cosas no suceden como esperan», matiza Orjales.

Ayudar al niño a conocerse a sí mismo, incluyendo el TDAH como parte de sí pero no como una definición de sí mismo, aprender a organizar el entorno y utilizar estrategias para compensar los déficits y reconocer y desarrollar las potencialidades son parte de los programas de intervención a los que ahora hay acceso. Ahora, porque la mayoría de los TDAH posteriores a la década de los 80 no fueron detectados, diagnosticados ni tratados específicamente, con lo que muchos dependieron de la suerte de tener una familia y profesionales que les supieran entender y se ajustasen a sus características aún a pesar de no saber nada del trastorno.

Como señala la experta, los niños con TDAH tienen más posibilidades de desarrollar todos los problemas propios de la falta de madurez, de autocontrol, etc. De este modo, pueden ser habituales los problemas de comportamiento externalizados (conducta desafiante, delictiva, agresiva) o internalizados (por ejemplo, depresión o ansiedad), la incapacidad de desarrollar todo su potencial, el abandono de los estudios, un incremento del riesgo de sufrir accidentes de tráfico, de meterse en problemas con la justicia, de iniciarse y desarrollar adicciones, etcétera.

Tratamiento

Tras un estudio multidisciplinar completo y a fondo se estipula el tratamiento para cada caso concreto. Resulta útil una exploración que permita valorar en qué medida se manifiestan los síntomas en su comportamiento, rendimiento académico, en los resultados de pruebas cognitivas de inteligencia, atención, planificación y memoria y que, además, recoja información de su situación emocional actual. También conviene hacer una exploración médica, neurológica y/o psiquiátrica que permita un buen diagnostico diferencial descartando la presencia de otras patologías y detectando trastornos comórbidos (asociados a la enfermedad).

Más allá de los tratamientos, también son muy gratificantes las actividades extraescolares, sobre todo en verano, cuando el niño podría dejar de observar una rutina. «El tiempo sin estructurar o los cambios de planes a diario son realmente perjudiciales». explica el doctor César Soutullo, coordinador del proyecto Pandah y director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra.

Actividades extraescolares

Así, los campamentos deportivos con actividades organizadas y preferiblemente no académicas pueden motivarle y hacerle ver que aunque no haya ido bien el colegio, en deporte, actividades artísticas, musicales puede ser de los mejores del grupo. «A la hora de elegir un campamento todo niño con TDAH tiene una destreza diferente: hay niños que juegan muy bien al fútbol, les encanta escalar, los malabares, el riesgo o son verdaderos payasos. El verano es un buen momento para que desarrolle esa habilidad que quizá durante el curso no haya podido practicar. Existen campamentos específicos para niños con TDAH que en momentos puntuales, por edad, gravedad o síntomas asociados pueden ser muy útiles», añade Trinidad Bonet, psicóloga y miembro del comité científico del Plan de Acción en TDAH (Pandah).

Apoyo y refuerzo estratégico a nivel individual, terapias cognitivas-conductuales y abordaje psicopedagógico son algunas de las líneas en las que se basan las actividades llevadas a cabo por asociaciones de afectados, como AVATDAH, en Valladolid.

Beatriz Benito Martín, psicopedagoga de esta asociación, explica cómo en periodos de vacaciones realizan talleres un poco más especiales que sirven para fomentar el trabajo en grupo y mejorar su ámbito de relaciones, por ejemplo, con convivencias que les ayudan a sociabilizar.

Si hablamos en general, los niños con TDAH suelen ser más inmaduros en su evolución social, encajan mejor con niños algo más pequeños por gusto, porque son menos maduros para respetar las reglas o porque su juego de imaginación a veces les llena en actividades en solitario. En otras ocasiones, pueden desear llamar la atención de sus compañeros de forma inadecuada y hay que conducir ese deseo de protagonismo de otro modo antes de que se produzca rechazo. A veces pueden surgir problemas debido a la impulsividad y la hipereactividad cuando se junta con baja autoestima y poca tolerancia a la frustacion.

Una ayuda para los padres

Cuando los padres reciben la noticia de que su hijo está afectado por el TDAH deben entender que comienza una carrera de fondo en la que tendrán que comprender bien el trastorno y aceptar que es crónico –no se solucionará en un año, por lo que exigirá una planificación de energía, y recursos a largo plazo–, además de conocer en qué medida afecta a su hijo.

Por ello, se recomienda que busquen apoyo psicoeducativo para el niño y más formación en su labor como padres, un ‘médico de cabecera’ que les forme y dirija el tratamiento de su hijo, apoyo de otros padres de niños con TDAH y formación en la optimización de los recursos y en la organización familiar. Además, deben ser muy conscientes de que tienen que controlar su estrés, su equilibrio y su ajuste emocional. Con el paso del tiempo controlarán así hasta los juegos indicados para sus hijos. Y es que también hay muchos mitos en torno a esta cuestión.

En realidad, hay muchos niños con TDAH aficionados a la lectura y ningún juego de mesa es una tortura para ellos si es divertido, está ajustado a sus posibilidades y tiene una duración razonable. Respecto a las actividades deportivas o de acción, hay que saber que el niño con TDAH no es un niño nervioso que se relaja con una actividad física intensa. «Es un niño que se activa con mucha facilidad y que tiene muchos problemas para bajar el nivel de revoluciones una vez que se ha activado. Si se le lleva a un parque acuático o a un partido de futbol emocionante se sobreactivará y, lejos de relajarse, puede estar más descontrolado, hiperactivo, impulsivo, irritable y agotado», matiza Orjales.

A menudo, y a la par que los padres reciben la noticia de que su hijo tiene TDAH, surge la pregunta: ¿Alguno de nosotros lo tendrá también?

En este caso, y si así fuera, sería aconsejable plantearse en qué medida mejoraría su calidad de vida y de las personas que les rodean si ellos reciben apoyo psicológico, tratamiento para optimizar su funcionamiento personal, laboral o social y apoyo farmacológico.

Estudios farmacogéneticos

Conocer qué factores genéticos se van a asociar con mayor intensidad a la respuesta de los medicamentos, el perfil de efectos secundarios que puede tener cada persona con TDAH o la predisposición a padecer otros trastornos comórbidos (como las adicciones) son los objetivos del estudio farmacogenético coordinado por el doctor Josep Antoni Ramos Quiroga, coordinador del Programa Integral del Déficit de Atención al Adulto (PIDAA) del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitari Vall d’Hebron.

«Sería muy bueno que tras analizar los datos, que esperamos presentar a mediados de octubre, supiéramos de antemano qué medicamento le va a ir al paciente –si le funcionará mejor un estimulante como el metilfenidato o un no estimulante como la atomoxetina– y saber cómo lo metaboliza. Por ejemplo, a las mismas dosis, una persona que metabolice muy lentamente el medicamento puede sufrir más efectos secundarios», explica Ramos Quiroga.

Con estas respuestas, se obtendrían no solamente tratamientos mucho más personalizados y exactos, también tratamientos psicológicos e incluso sociales mucho más adaptados a las necesidades de la persona afectada. Algo muy importante, sobre todo, si tenemos en cuenta que el apoyo farmacológico estudiado muy a medida de cada caso y aplicado con mucho sentido común puede reducir el impacto de la sintomatología, mejorar la adaptación y ayudar a que asimile mejor el entrenamiento en estrategias.

 

Fuente:

http://www.ideal.es/

Trastorno por déficit de atención y ajedrez

 

Hiperactividad O Déficit De Atención OptEl trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/TDAH) es uno de los trastornos más frecuentes en niños en edad escolar y también es frecuente en adolescentes. El TDAH  es un trastorno de la conducta fruto de la combinación de diferentes factores, entre los que se encuentran tanto factores ambientales como genéticos, biológicos y psicológicos. El TDAH está presente en todas las zonas y culturas del mundo y es más frecuente en varones (9%) que en niñas (3,3%). el ratio niño/niña es de 4:1 para el tipo hiperactivo-impulsivo y 2:1 para el tipo inatento.

Algunas de las  características fundamentales son problemas de atención, impulsividad (cognitiva y del comportamiento) y exceso de actividad, debido a éstos síntomas, tienen dificultades de interacción social, problemas de comportamiento, relación en la familia y mal rendimiento escolar. Muchos de éstos niños además presentan otros problemas psiquiátricos como trastorno oposicional o negativista desafiante, trastorno de conducta (hasta el 40%), y también depresión y ansiedad.

El juego del ajedrez reúne características tales que favorece el ejercicio y desarrollo de las aptitudes mentales: concentración de la atención, memoria (asociativa, cognitiva, selectiva, visual, etc.), abstracción, razonamiento, coordinación y combinación de variables y generalización, entre otras.

El ajedrez puede convertirse en un eficaz colaborador del tratamiento terapéutico, aprovechando la capacidad lúdica de los niños; implica una constante puesta a prueba de hipótesis que deberá verificar o descartar; supone la aplicación de estrategias en función de un objetivo a alcanzar; adquirir la experiencia directa de la relación medios-fines. En los niños con trastorno con déficit de atención actuaría para establecer un pensamiento organizado favoreciendo la capacidad atencional y de autocontrol para reducir la impulsividad y la precipitación cognitiva.

Hemos implementado el programa con éxito logrando excelentes resultados que si bien por su cantidad no pueden considerarse prueba científica, si nos abre el camino para continuar trabajando…

Saludos para todos !

Lic.M.E.Granero Duarte

Fuente:

http://www.ajedrezypsicologia.com/

“Hiperactivos. Estrategias y técnicas para ayudarlos en casa y en la escuela”

 

desmotivacionUn libro recoge técnicas y estrategias para evitar el fracaso escolar en niños hiperactivos

Un 5% de los escolares en España padecen TDAH

  El libro 'Hiperactivos. Estrategias y Técnicas para Ayudarlos en Casa y en la Escuela', editado por loquenoexiste, incluye técnicas y estrategias proporcionados por los mejores expertos para evitar el fracaso escolar de los que padecen trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), padecido en España por el 5 por ciento de los escolares.

   Así, el jefe de la Unidad de Neurología Infantil de Hospital Universitario Quirón Madrid, el doctor Fernández Jaén, pide que se evite el fracaso académico y social de los muchachos que padecen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

   "Con todos los mecanismos que tengamos a nuestro alcance, profesionales y familias, médicos y madres, psicólogos y padres, profesores y niños; extendamos todos los puentes posibles por la felicidad y autoestima de estos críos", explica.

    "Con esta obra, no pretendíamos hacer un tratado, sino mostrar el TDAH desde todos los ángulos: la medicina, la pedagogía y la familia", asegura Fernández Jaén. Así, un joven afectado por TDAH Mario Lázaro explica en el libro cómo fue su infancia y Mercedes del Fresno, su madre, aporta su testimonio para que cualquier familia pueda identificarse.

   El doctor cree que en una sociedad donde la educación sigue recayendo "eminentemente" en la madre, ésta jugará un "papel nuclear" en el tratamiento de este trastorno. "Es necesario que estas madres se armen de paciencia y energía, ya que les tocará recorrer un largo camino, quizá más pesado, más duro, lleno de pendientes y obstáculos, pero que abocará, sin lugar a dudas, en ese buen porvenir", advierte.

   Fernández Jaén participa en el libro junto a Luis Rojas Marcos, catedrático de Psiquiatría y miembro de la Academia de Medicina de Nueva York; Russell A. Barkley, profesor de Investigación del Departamento de Psiquiatría de la universidad médica 'The Suny Upstate en Siracusa' (Nueva York); Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid; y Marina Peña, psicóloga costarricense experta en TDAH.

Fuente:

europapress.es/

Comprendiendo a los niños con Trastorno por Déficit de Atención

 

imageRetos de un TDAH al empezar el curso

Olga Rodríguez

¡Un poquito más de comprensión!

Ya ha empezado el curso, estamos intentando coger el ritmo después de un largo periodo de vacaciones, los niños están muy motivados, vuelven a ver a sus compañeros, los nuevos libros, los nuevos profesores… de momento todo va bien, pero para muchos niños este relato no muestra su realidad, para ellos el reto es otro, ellos no tienen motivación y solo esperan mayor comprensión que en el curso pasado y no siempre la encuentra, ellos ya tienen una etiqueta “ TDAH” o lo que es lo mismo “el que siempre molesta o el que no se entera de nada, el que no hace nada porque no quiere… y así hasta una larga lista.

Es el eterno problema con el que se enfrentan los padres y profesores: “¿es que no puede hacerlo o no quiere hacerlo?”. Podemos decir que en el niño hiperactivo se dan ambas cosas: “tiene dificultades para hacerlo y no quiere hacerlo”.

Esta el la guerra a la que cada inicio de curso se enfrentan muchas madres la “guerra de la comprensión” es difícil en con los tiempos que corren y los recortes económicos que muchas escuelas puedan disponer de recursos suficientes para atender a toda la diversidad escolar, pero también es cierto que muchas veces no es cuestión de recursos sino de voluntad, no!!! que no se me enfaden los docentes que me explico mejor…

Con voluntad me refiero a corregir ciertas conductas adquiridas como por ejemplo a intentar dirigirse en positivo a los niños, me encuentro con muchísimas notas en las agendas de los niños como “ otra vez no ha hecho los deberes ….” “ de nuevo no ha traído el material necesario…” COMPRENSIÓN, es TDAH y muchas veces no los apuntara porque no quiere pero en general no los apunta porque no ha estado atento en ese momento otra cosa reclamó su atención y luego ya se fue otra y después a otra y los deberes ups ¡!! Ya no los apunté ¡! Soluciones hay muchas : “ un compañero tutela que apunte siempre los deberes, el profesor verifica al final de la clase que los haya apuntado correctamente… si que es cierto que todo lleva su tiempo y el día a día en clase no siempre es fácil, pero verificar que ha apuntado Lengua : pag. 45 ej. 5 -6-7-9-.

 

RECORDAMOS ESQUEMATICAMENT ALGUNAS PAUTAS BASICAS PARA AYUDARLES EN CLASE

Forma de dar órdenes

- Deben ser breves, claras y concisas.

- Mantener contacto visual con el alumno.

- Es primordial prestar atención al alumno cuando realice algo positivo y reforzar sus acciones con el contacto físico (abrazos, tocar el hombro, chocar la mano…).

Control de estímulos

- Sentar al alumno cerca del profesor y acordar con él una señal que evite su distracción.

Supervisión de tareas

- Crear rutinas para toda el aula y estructurar el funcionamiento de las clases.

- Incluir en la rutina cinco minutos diarios para la organización del material.

- Avisar con tiempo de los cambios en las rutinas.

- Mostrar paso a paso lo que hay que hacer en cada tarea.

- Establecer compañeros de supervisión y estudio que ayuden al alumno, de tal modo que la dedicación del profesor disminuya.

Cuando el alumno ve que se le valora una determinada actitud, tenderá a repetirla Para los alumnos de Secundaria la idea es la misma que para los niños de Primaria, las pautas para controlarlos, son también similares, aunque hay que adaptarlas a la edad y capacidad de cada uno.

En las clases:

- Fomentar la motivación, participación y refuerzo multisensorial.

- Evitar la abundancia de explicación verbal

- Las rutinas ayudan a una mejor organización.

- Explicar con detalle los procesos sobre cómo hacer las cosas.

- Enseñar técnicas de estudio, con aplicación práctica en el aula.

- Fomentar el trabajo cooperativo entre alumnos para ayudar en la dedicación continua a una misma tarea.

- Dividir el trabajo para ayudar al cumplimiento de cada una de las tareas.

Y sobre todo…

Tratar de empatizar con el alumno sin dejar de ejercer una actitud de autoridad pero ofreciendo apoyo y confianza, para que se sienta respaldado en el proceso del aprendizaje.

 

Fuente:

http://olgarodriguez-olga.blogspot.com.es/

La lucha diaria contra el déficit de atención y el fracaso escolar

 

imageP. G. Javi tiene 12 años y lleva dos combatiendo su déficit de atención con medicación «y mucho esfuerzo». Es consciente de su trastorno desde los primeros años de Primaria, «cuando veía que sus compañeros avanzaban y él no, que le costaba más y debía trabajar el doble para seguir el ritmo», explica Rosa Visiedo, su madre. Como consecuencia de ese retraso en las aulas le tocó repetir cuarto curso, «pero con ayuda y constancia ya hemos llegado a sexto», continúa. Y utilizar la expresión 'hemos' no es casual. Para que niños y niñas como Javi puedan avanzar en sus estudios básicos es imprescindible la implicación de muchas personas: profesores, padres y médicos. En esta familia valenciana siempre están «pendientes de sus deberes, le ayudamos y estamos encima de él. El tratamiento no hace milagros, pero se organiza mejor y visitamos al neuropediatra cada seis meses».

La detección de este tipo de casos parece evidente en clase, «cuando un niño o una niña es más revoltoso de los normal o va más lento en sus actividades, ya que el modo de llamar la atención es notorio», explica Marta V. Sánchez, maestra de Educación Infantil, quien ha convivido con alumnos de toda índole, en este sentido, en los últimos siete años. «A veces puede resultar desesperante no poder atender a cada alumno como precisa y cuando topas con este tipo de perfiles te ves obligada a cambiar de actividad cada corto tiempo para todo el grupo, a dedicarle en exclusiva un maestro de refuerzo, si lo hay, o ayudarle a recuperar el tiempo perdido cuando todos sus compañeros ya han acabado con el ejercicio que estemos trabajando», matiza Marta.

«Un problema gravísimo»

Esta actitud y observación por parte del profesorado son indispensables para poder explicar a los padres las necesidades y carencias que presentan sus hijos en el aula y a partir de ahí sea el pediatra quien valore y diagnostique.

Uno de cada tres casos de fracaso escolar tiene como origen el trastorno del déficit de atención no diagnosticado (conocido como TDAH), según el jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid, el doctor Francisco Javier Quintero. Una detección tardía de esta patología aumenta el riesgo de bajo nivel académico y de otras situaciones problemáticas como en algunos extremos «la ingesta de drogas o el trastorno de personalidad».

Entre cinco y siete por ciento de niños que tienen TDAH, «menos de la mitad no ha tenido un diagnóstico» y, de ellos, el 50 por ciento «no ha conseguido un tratamiento adecuado». Por ello, subraya Quintero que existe un problema «gravísimo» respecto de la cuestión. Además, insiste Rosa, «se trata de un trastorno del que se habla poco y muchos padecemos por lo que es muy importante darlo a conocer y abordarlo».

Los principales son «la falta de atención, la fácil distracción, la hiperactividad, el habla excesiva, la prominencia de accidentes y la impulsividad», aclara Quintero. Sin embargo, añade otros como «el incumplimiento de normas, el trastorno del sueño, la agresividad, los tics, los cambios de humor o los problemas de coordinación». En el caso de Javi, según explica Rosa, «nunca ha perdido la buena actitud y jamás ha sido agresivo, sino más bien todo lo contrario. Sin embargo, en él sí que hay asociado un problema de inmadurez, es muy infantil».

REPERCUSIONES SOCIALES

Esta enfermedad crónica con base neurobiológica, y que es más prevalente en varones, «incide sobre el comportamiento y tiene repercusiones sociales», destaca la responsable de Neuropediatría del Hospital Son Llátzer de Palma de Mallorca, la doctora Esther Cardó. Para ella, la explicación etiológica se encuentra en el lóbulo frontal del paciente, que «tiene un riego sanguíneo disminuido».

El índice de enfermos de TDAH en edad adulta es del cuatro por ciento, por lo que sugiere que «prácticamente la mitad se recuperan». Sin embargo, durante la adolescencia «el 70 por ciento mantiene los síntomas, que comienzan a presentarse antes de los siete años», explica el jefe de sección de Psiquiatría Infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, el doctor José Ángel Alda.

Los expertos proponen un tratamiento farmacológico, pedagógico y psicológico, siendo prescindible el primero «en los casos leves». El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH y paciente de esta patología, Fulgencio Madrid, ha querido poner en valor el 'Plan de Acción en TDAH Pandah' que está desarrollando un comité científico.

Fuente:

http://www.lasprovincias.es/

Uso clínico de metilfenidato Equasym en el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad

 

M.J. Mardomingo-Sanz

imageUso clínico de metilfenidato 30:70 de liberación modificada en el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad

Introducción.

El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta en la práctica clínica diaria, con una tasa de prevalencia del 1-7% en España. La eficacia de los estimulantes para el tratamiento del TDAH está ampliamente demostrada, y el metilfenidato (MTF) es el más comúnmente utilizado. En la actualidad se comercializan varias formulaciones de MTF de acción inmediata o prolongada.

 

Objetivo.

Revisar las características de las distintas formulaciones de MTF, con un enfoque especial en los estudios sobre Equasym ®, un preparado de acción prolongada próximamente disponible en España. También se incluyen recomendaciones para la práctica clínica y la elección de los fármacos.

 

Desarrollo.

Varios estudios han evaluado la eficacia de Equasym ® frente a placebo o en comparación con otras formulaciones de MTF. Los preparados de liberación prolongada tienen una acción terapéutica parecida a los de liberación inmediata, y se diferencian entre sí por los perfiles temporales de concentración plasmática durante el día, que se reflejan en los efectos farmacodinámicos. La eficacia de Equasym ® es mayor por la mañana, mientras que otras formulaciones, como Concerta ®, permiten un mejor control de los síntomas por la tarde. Estas diferencias son importantes a la hora de prescribir el tratamiento.

 

Conclusiones.

Disponer de diferentes formulaciones de MTF es beneficioso, porque permite elegir en cada caso el fármaco que mejor se ajuste a las características clínicas y necesidades de cada paciente. La respuesta individual es el criterio fundamental para decidir el tratamiento más adecuado.
Fuente:
http://www.neurologia.com/sec/resumen.php?or=news&i=e&id=2011528&vol=55&num=06

Funciones ejecutivas: Breve inventario aproximado de Barkley

 
 

imageINVENTARIO DE FUNCIONES EJECUTIVAS
De acuerdo a Peg Dawson (tomando algunas ideas de R. Barkley)


Atención

Planificación: es la habilidad de crear un mapa de ruta con el objetivo de alcanzar una meta o completar una tarea…

Organización: habilidad para ordenar o codificar las cosas de acuerdo a un sistema pre-establecido.

Manejo del tiempo: es la capacidad de estimar la cantidad de tiempo y su distribución para la realización de tareas, tener pendiente el límite máximo para su ejecución.

Memoria de trabajo: habilidad de mantener información en la mente mientras se realiza una tarea compleja.

Prioritaria para trabajar Programar trabajo en esta habilidad Funcionando bien en esta habilidad

Metacognición: es la habilidad de evaluar y monitorizar la propia actividad.

Inhibición de respuestas: capacidad de pensar antes de actuar.

Autorregulación del afecto: habilidad de manejar emociones en orden a conseguir metas, completar tareas, controlar o dirigir el comportamiento.

Iniciación de tareas: habilidad de iniciar una tarea sin pérdida de tiempo.

Flexibilidad: habilidad para revisar los planes cuando se confrontan obstáculos, se recibe nueva información o se cometen errores. Es la adaptabilidad a condiciones cambiantes.

Persistencia dirigida por metas: es la capacidad de mantenerse en una tarea a pesar del aparecimiento de demandas o de otros intereses.

Internalización del lenguaje y autorregulación por lenguaje: hablarse a sí mismo para regular la propia conducta en una determinada tarea.

 

Fuente: A través de Carlos E Orellana Ayala

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http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2012/06/funciones-ejecutivas-el-director-de.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/08/funcion-ejecutiva-y-exito-escolar-en-el.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/12/funciones-ejecutivas-en-el-tdah.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2012/06/funciones-ejecutivasii-memoria-de.html

http://www.buenosaires.gov.ar/areas/educacion/niveles/especial/viisemana/eldesarrolloldelasfunciones.pdf

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/11/repercusiones-del-fallo-en-las.html

Prevención en el Trastorno por Déficit Atencional

 

    En medicina, los aspectos relacionados con la prevención son tremendamente importantes desde un punto de vista de salud pública. En el caso del TDAH en adultos, la prevención adquiere unas características especiales.

     

  • En primer lugar se trata de un trastorno con una elevada frecuencia en la población general.

       

       

       

       

  • En segundo término, los costes sociales y económicos que se derivan de la presencia del TDAH son importantes. Basten como ejemplo los datos aportados por la Federación Catalana de Asociaciones de TDAH durante una comparecencia en el Parlamento de Catalunya en el 2007: una familia con un hijo con TDAH tiene unos gastos anuales relacionados con el trastorno de unos 12.000 euros. O los resultados de un estudio realizado en EEUU. durante el año 2000, donde se observó que el coste económico generado por el TDAH, incluyendo tanto adultos como niños, fue de unos 3 mil millones de dólares. Estas cifras no son nada sorprendentes si se tiene en cuenta que el TDAH es un trastorno muy frecuente y que se asocia a un mayor riesgo de fracaso escolar, embarazos en edades adolescentes, consumo de drogas, accidentes de tráfico, visitas frecuentes a urgencias, problemas laborales y problemas legales. Todas estas situaciones generan un elevado coste económico, social y personal.

       

  • En tercer término, en la actualidad existen tratamientos eficaces para el TDAH en adultos, y por descontado, en niños. Por tanto, nos encontraremos ante un trastorno frecuente del que se derivan repercusiones importantes y que tiene la posibilidad de ser tratado eficazmente.

      Existen tres diferentes niveles de prevención: primaria, secundaria y terciaria.

       

       

       

       

       

  • La prevención primaria tiene como objetivo evitar la aparición de un trastorno mediante la aplicación de medidas sanitarias. Se puede llevar a cabo mediante la promoción de la salud o a través de campañas de vacunación. En el TDAH se pueden realizar actuaciones en este sentido para disminuir el riesgo de su aparición. Una de ellas es informar a la población sobre el riesgo que supone fumar o consumir otras drogas durante el embarazo.

  • La prevención secundaria pretende detectar el trastorno en sus etapas iniciales para disminuir las consecuencias negativas del mismo. Para ello, es preciso que se disponga de pruebas de cribado o screening que permitan detectar fácilmente el TDAH. Pues bien, si como ya hemos dicho el TDAH es un trastorno muy frecuente tanto en la edad escolar como en la edad adulta, y además disponen de cuestionarios que permiten una detección fácil de las personas con un mayor riesgo de sufrir un TDAH, así como de tratamientos eficaces, estando en la situación de poder aplicar medidas para la prevención secundaria. Si en las escuelas se administraran a todos los niños estos cuestionarios, se podría detectar precozmente el TDAH y evitar sus consecuencias negativas. Al iniciar desde la infancia el tratamiento del trastorno se podría minimizar el impacto que el TDAH tendría en la edad adulta.

  • Finalmente, la prevención terciaria se ocupa de la supresión de los síntomas del trastorno, lo que permite el restablecimiento de la salud. En el caso del TDAH, existen tratamientos muy eficaces para controlar los síntomas del TDAH. De esta forma los pacientes pueden superar el TDAH y tener una buena calidad de vida, sin verse afectados por los problemas que acarrea el trastorno. Uno de estos problemas derivados del TDAH es el consumo de drogas, como el cannabis o la cocaína.

Los estudios científicos han demostrado que si se aplica un tratamiento farmacológico para el TDAH desde la infancia, disminuye el riesgo de consumo de drogas en la adolescencia y en la edad adulta. Solamente este aspecto tiene por sí mismo una importancia muy destacada. Si evitamos el consumo de drogas en los chicos con TDAH, estaremos favoreciendo una mejor evolución del trastorno y disminuiremos considerablemente los costes sociales generados por el TDAH.

Fuente:

http://elmercaderdelasalud.blogspot.com.es/

El TDAH es una de las principales causas del fracaso escolar

 

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La pasada semana se celebró la III semana de sensibilización Europea del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Y con motivo de esta celebración, Fulgencio Madrid, presidente de la Federación Española de Asociación de Ayuda al TDAH (FEAADAH), y la Doctora María Jesús Mardomingo, presidenta de honor de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente (AEPNYA), analizaron los principales problemas de las familias afectadas por este trastorno.

El TDAH es un trastorno crónico de origen neurológico que se desarrolla principalmente en la infancia. Según la evidencia científica, se trata de una de las patologías psiquiátricas mejor estudiadas por los profesionales de la medicina. Sin embargo, a pesar de tratarse de una patología con elevada prevalencia en la población infantil, está marcada por un gran estigma social, determinado por el desconocimiento de la población, la falta de profesionales especializados en el tema, la demora y los errores en el diagnóstico, y la ausencia y desigualdad de programas de prevención en la mayoría de las Comunidades Autónomas (CC.AA).

Para muchos es un “trastorno invisible” que afecta a muchas familias. Se estima que alrededor de un 5-7% de los niños en edad escolar tienen TDAH, aunque todavía existe un porcentaje muy alto de población infantil y adulta que está sin  diagnosticar. Y al ser un trastorno crónico persiste en la edad adulta hasta en el 60% de quienes lo han padecido en la infancia y adolescencia.

¿Cuándo empezamos a sospechar que el niño tiene TDAH?

Los niños empiezan a manifestar los primeros síntomas de TDAH alrededor de los 3-4 años de edad. Sin embargo, no es hasta la etapa escolar cuando los padres recurren a la ayuda de un especialista, alrededor de los 7 años.

Los padres piensan que el niño puede tener algún problema intelectual porque va mal en la escuela, saca malas notas o no es capaz de seguir el curso como el resto de sus compañeros. Pero el problema real no son los problemas cognoscitivos del niño, ya que la mayoría tiene un coeficiente intelectual normal, sino esa dificultad para escuchar, atender y mantener la atención en clase. Cuando el periodo de atención en un estímulo no es suficientemente largo significa que no funcionan bien los procesos de la memoria. Entonces los conocimientos no se retienen y cuesta más aprender. Además, el 40% de los niños con TDAH puede tener trastornos específicos del aprendizaje o lo que es lo mismo trastornos asociados en la adquisición de la lectura (dislexia), escritura (disgrafía) y el cálculo (discalculia).

Su comportamiento en el colegio también es bastante complejo. Los niños con TDAH suelen interrumpir al profesor, son incapaces de permanecer quietos, se levantan constantemente en clase y su conducta con los compañeros es inestable, por lo que éstos no suelen contar con ellos a la hora de los juegos.

Todas estas circunstancias repercuten en las emociones del niño al ser rechazados por sus compañeros en el colegio (les cuesta hacer amigos), al sentirse que no valen en la escuela (experimentan una sensación de fracaso al no cumplir con las expectativas de padres y profesores) y en casa, día sí y día también están expuestos a las regañinas de sus progenitores. Esto hace que muchos de ellos desarrollen patologías asociadas a trastornos de ansiedad o depresión.

¿Cómo podemos ayudar a los niños con TDAH?

Los niños con TDAH no entienden lo que les ocurre. Por esta razón, conviene recurrir a la ayuda del especialista para que estudie cada caso concreto y establezca un diagnóstico definitivo. Una vez establecido el diagnóstico, el siguiente paso es iniciar un tratamiento adecuado para cada caso.

El tratamiento con TDAH combina la intervención farmacológica, psicológica y el apoyo pedagógico. “El tratamiento es eficaz en el 70-80% de los pacientes, mejorando el cuadro clínico, el rendimiento académico, la imagen personal, las relaciones con los compañeros y, por tanto, la adaptación social, y la interacción con la familia. Como consecuencia disminuye el estrés del niño, que se siente rechazado por su conducta, y el estrés de los padres“, señala la Dra. Mardomingo.

En cambio, la ausencia de diagnóstico y tratamiento en la infancia pueden tener consecuencias graves que van desde el fracaso escolar en la infancia, hasta dificultades laborales en la edad adulta, pasando por el desarrollo de conductas antisociales.

Por esta razón, la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención ha elaborado un manifiesto en el que señala la necesidad de reconocer a los escolares que padecen TDAH como alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. Y, por otra parte, incluir los medicamentos para el TDAH, que son excesivamente costosos, en el grupo de aportación reducida debido al carácter crónico del trastorno.

Por último, la Comisión de Sanidad, Política Social y Consumo del Senado ha aprobado recientemente, y por unanimidad, tramitar una moción que inste al Gobierno a adoptar medidas que mejoren el abordaje de esta enfermedad y la situación de los afectados y familiares.

 

Fuente:

http://www.amanda.org.es/

El Trastorno por Déficit de Atención no es ningún don

 

TDAH no es un Don (Russell A. Barkley)

Barkley, Canadá, Oct 2011

Este es un trastorno muy serio. No es un trastorno trivial y efímero. Y también quiero enfatizar algo que no se ha enfatizado lo suficiente, especialmente por parte de otros defensores: el TDAH no es un don. No hay evidencia, en ninguna investigación de ninguna de las evaluaciones que hemos realizado, que muestren que el TDAH conduce a nada positivo en la vida humana. Por tanto, seamos claros.

El TDAH es un pequeño conjunto, de entre cientos de habilidades psicológicas que tendrán las personas, y mucha gente será agraciada y tendrá talento en varios aspectos de esas otras habilidades humanas.  Pero el TDAH nunca será un atributo de ese talento o ese éxito por sí mismo.

Hay una profunda tendencia en Estados Unidos actualmente, entre los defensores, para asignárselo todo a un paciente, bajo el escudo del TDAH y de usarlo para dar cuentas de todo. Así, Michael Phelps ganó 8 medallas olímpicas de oro porque tenía TDAH, y el propietario de JetBlue es un empresario de éxito que lleva una línea aérea, debido a su TDAH, y William O’Dell es un cómico de éxito como presentador de un concurso en televisión debido a su TDAH. Y Ty Pennington, como extremo renovador de imagen en hogares tiene mucho éxito destrozando todos los edificios de casas con propósitos caritativos, debido a su TDAH.

Nada de esto es cierto. Estas personas tienen éxito porque tienen otros atributos con los que son agraciados pero, de ninguna manera, el TDAH expone a ninguna de estas cosas que he mencionado. Si fuera así, lo habríamos visto. Así que, quiero que la gente entienda que las personas pueden  tener dones, o talentos o éxito a pesar de su TDAH, no debido a su TDAH. Ya que el TDAH hace que seas menos efectivo que otra persona con los mismos talentos y habilidades. No lo sabemos. Nadie ha hecho esa comparación, pero va a ser difícil que la sociedad os tome en serio si continuáis considerando este trastorno como un don. No tiene sentido que vayamos a Ottawa y caminemos por los pasillos del Parlamento luchando por obtener facilidades, derechos, subvenciones para medicamentos para TDAH con una mano, mientras celebramos este maravilloso don que nosotros tenemos y vosotros no. Ambas cosas son incompatibles.  Y no funciona. Y es una mentira. Así que dejemos de engañar a la gente sobre esto.

Este es un trastorno real. Es un trastorno muy serio, aunque eso no significa  que no puedas tener talento en otras áreas de la vida y que puedas usas esas áreas de talento para compensar las desventajas que el TDAH puedan estar produciendo. Pero el éxito no es un atributo del TDAH, no, en ninguno de los cientos de estudios que se han hecho hasta la fecha. Así que estoy pidiendo clarificación sobre este tema, no diciendo que la gente no pueda tener éxito con este trastorno, pero su TDAH no será la causa de ello.

Traducido por Silvia Isidro

 

Fuente:

http://yt-subs.appspot.com/view?video=aglzfnl0LXNocmRyDgsSBVZpZGVvGN73uQIM, a través de http://www.fundacioncadah.org/web/

 

Fuente vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=4xpEBE9VDWw&feature=player_embedded

“El problema con el TDAH es que se tiene poca paciencia”

 

Dr. Paulino Castells. Psiquiatra, neurólogo, pediatra y autor de ‘TDAH: un nuevo enfoque’

 

 

 

Por S. Menéndez

Los héroes de Francis Scott Fitzgerald son tortuosos, quebradizos y llenos de matices, como los primeros años del siglo XX en los que comenzó a adquirir la dimensión de autor que la historia ha terminado por otorgarle con mucho merecimiento.

Fitzgerald nació a finales del siglo XIX y si decimos que comenzó a escribir a principios del siglo XX, es decir, a muy temprana edad, fue porque así sucedió: durante su estancia en el Saint Paul Academy and Summit School de Minnesota, el autor de Suave es la noche o El gran Gatsby pintarrajeaba las tapas de sus libros, dejaba volar su mente con facilidad, se abstraía en las clases y se dedicaba a soñar, seguramente, con Zelda, la mujer que aún no conocía y que, años después, marcó su vida de adulto. Hoy, ese niño no podría haber escrito cuentos. Probablemente hubiera sido víctima de un diagnóstico de déficit de atención por haber tenido la mirada perdida y las tapas de los cuadernos decoradas. Un habitual de nuestras páginas, el psiquiatra Paulino Castells, se rebela junto a su hermana, la doctora en Farmacia Marta Castells, contra los cánones establecidos ante el TDAH y el déficit de atención y nos lo cuenta en su último libro: TDAH: un nuevo enfoque.

P. Siendo un tanto genérico, parece haber dos frentes en el estudio del TDAH: quienes lo tratan como a muchas otras enfermedades psiquiátricas y lo intentan solucionar con medicación y quienes la consideran un trastorno conductual y tratan el problema a medio plazo, para lo que hace falta más tiempo, lógicamente. ¿Existe un término medio?

R. Sin duda existe un término medio: el sentido común. Estamos viviendo una supuesta pandemia de TDAH que ha hecho saltar todas las alarmas sociales y es lógico que aparezcan posturas contrarias a la medicación a ultranza.

P. Usted defiende un estudio del caso, del entorno, de la familia... ¿Dónde comienza ese análisis?

R. Tomando el pulso emocional de la familia. Es decir, analizando pormenorizadamente cada una de las situaciones que plantea la familia: ¿cómo se comporta un niño supuestamente con TDAH en casa con sus padres y hermanos? ¿cómo está su relación social? ¿en el colegio lo machacan o aceptan su conducta?, etc. etc.

P. Los padres de un niño detectan un comportamiento que pueda estar asociado al TDAH. ¿Cómo deben actuar?

R. Consultando con su pediatra, que es el profesional que mejor conoce al niño y a su familia. Luego, el pediatra si ve sospechas de TDAH, lo remitirá al especialista paidopsiquiatra o neuropediatra, para que elaboren su diagnóstico.

P. En muchas ocasiones, los profesores se enfrentan con chavales con déficit de atención que revolucionan una clase entera, o los padres con un hijo que hace lo propio en casa. ¿Qué consejos podemos darles en primer lugar?

R. Soy consciente del desgaste emocional que produce un niño revoltoso en el aula y en el hogar, y lo analizamos con profundidad en nuestro libro TDAH. Un nuevo enfoque. Obviamente, hay que informar a los padres y maestros de que el niño en cuestión no quiere “molestar a propósito” sino que su actitud no depende de su control. A veces, con esta simple información se calman las situaciones enfrentadas... pero, lo que no es permisible, es la “moda” actual de maestros que reclaman (y exigen) a los progenitores que mediquen a sus hijos para que no les alteren la clase. Por aquí, no paso.

P. La visión conjunta de su último libro en compañía de su hermana, una doctora en Farmacia, es interesante y novedosa. Ella, por ejemplo, relaciona muy estrechamente la alimentación y el TDAH, mientras que usted habla de una visión global y de soluciones, casi, personalizadas. ¿Se puede generalizar en un problema como el TDAH?

R. Todo lo que expone mi hermana Marta en el libro, en su vertiente de farmacéutica experta en alimentación, es de lo más novedoso, y creo que abrirá un antes y un después en la prevención y tratamiento del TDAH. Lo que yo aporto, bajo mi visión de psiquiatra de familia, con bastantes años a cuestas en estas labores, es la vertiente operativa para tratar estos casos.

P. ¿Qué opina sobre el tratamiento farmacológico como primera opción para tratar trastornos conductuales, no únicamente el TDAH, sino la anorexia o la bulimia? ¿Está en extinción la llamada medicina humanista?

R. Contesto primero a su segunda pregunta. En absoluto está en extinción la medicina humanística, sino que está más vigente que nunca.

Respecto al tratamiento farmacológico del TDAH y otras patologías frecuentes en el ámbito psiquiátrico, ya dejo bien claro en el libro que soy un defensor de la gran eficacia del arsenal terapéutico medicamentoso de que disponemos actualmente los profesionales de la salud mental. Ahora bien, a lo que me opongo es a la gran facilidad en que se dispensan actualmente muchos fármacos, que con un poco más de paciencia y de humanidad en la entrevista médica, quizá no serían necesarios.

P. ¿Hasta qué punto el entorno influye? Hay estudios, como los de Steven Pinker, que opinan que determinados comportamientos y conductas, como los que hablamos, están impresos en el código genético y que difícilmente se pueden modificar. ¿Qué opina sobre ello?

R. Hace tiempo que ya no tiene vigencia el dicho castellano de “genio y figura hasta la sepultura”. La genética tiene su parcela en el diseño de enfermedades y en la eclosión de las mismas... quizá en un 20 o 30 por ciento, no más; pero el entorno se ha visto con una gran capacidad “terapéutica” para neutralizar la influencia hereditaria, sin olvidar los actuales descubrimientos de la epigenética, que es la capacidad de cambiar los genes de generación en generación por el ambiente.

Fuente:

padresycolegios.com

Hoy he visto llorar a un niño con TDA

 

Salía de clase detrás de sus compañeros pero, a diferencia de ellos, él no llevaba puesto un mono de esquiar ni los mofletes rojos del sol ni el pelo enmarañado del aire frío de la sierra. Él llevaba puestas unas lágrimas claras y dolorosas de niño rechazado, al que le han prohibido ir a la excursión como los demás niños de su clase, como los "normales".

Tengo que explicar que, para mí, Sergio es un niño normal aunque, en realidad, no lo sea: es un niño empático e inteligente como pocos, de los que se quitan su chaqueta y se la ofrecen a su amigo si se dan cuenta de que tiene frío. Lo sé además porque le doy clase de inglés, junto a algunos otros amigos de mi hija, compañeros todos del colegio. En el sistema educativo actual, él, por sufrir el denominado Trastorno de Déficit de Atención, está catalogado como un niño con necesidades educativas especiales. Sin embargo, en mi clase, él es el que mejor se porta, quizás porque le quiero mucho y él me quiere a mí, y eso, él tan listísimo en su torpeza atribuida, lo nota enseguida y se acerca a mí y quiere agradarme, y el inglés es la asignatura que menos trabajo le cuesta estudiar, fíjate tú qué casualidad.

Cuando le he visto salir llorando en la fila, detrás de otros muchos de sus compañeros, ellos felices y él con la mirada rota, le he preguntado a su madre. Ella también lloraba. El corazón se parte enseguida cuando ves sufrir a tu hijo y lo hace en cientos de pedazos irrecomponibles si eso sucede a menudo. Entonces me ha contado: sus profesores no le han dejado ir a la excursión. Era peligroso; él tiene la psicomotricidad un pelín retrasada, es un niño que se excita con facilidad, que podría liarles alguna. Y ha tenido que quedarse en el colegio con otros niños que, por otros motivos varios, tampoco han podido disfrutar de su día de alegría.

Pues bien, esta vez no voy a criticar al sistema. Este sistema educativo que deja apartados a los críos como él con tan solo 9 años, que les aparca y les expulsa, que no les premia su enorme esfuerzo en comparación con el que hacen los demás, su aprobado raspado que debería valorarse como un sobresaliente siempre porque, para sacarlo, él debe superarse a sí mismo cada segundo. Pero no, hoy no voy a criticarlo. Hoy también voy a criticar su humanidad o, mejor, su falta de humanidad, la falta absoluta de humanidad de un sistema que no piensa en los niños como él, que no les tiene en cuenta, que les margina sin compasión y sin inteligencia ninguna.

Porque evitar las lágrimas de Sergio y de su madre, y premiar de paso el enorme esfuerzo que hacen ambos en comparación con el de las demás familias que lo tienen mucho más fácil para salir adelante en este sistema educativo imperfecto, era muy muy sencillo: bastaba con haber organizado una salida a algún otro lugar en el que Sergio no hubiera estado expuesto a ningún peligro. Era tan fácil como eso, como pensar en todos los niños y no solo en los NORMALES.

Qué ganas tengo de hablar de Sergio. Qué ganas. Mi siguiente novela, Prométeme que serás feliz, tratará de una niña con la misma dolencia que sufre mi queridídismo y brillante alumno anormal, porque estas cosas duelen tanto que contarlas en alto sirve siempre como exorcismo y alguien debe seguir ejerciendo esa función incluso ahora que parece que todo está dejando de importar

 

Fuente:

http://plateroyellos.blogspot.com.es/

TDAH y Síndrome de Asperger: Analogías y diferencias

 

imageSi bien el TDAH y  el Síndrome de Asperger son entidades independientes, ambas condiciones tienden a presentarse asociadas con una frecuencia significativamente alta (Gillberg y Ehlers, 1998). Así no es extraño encontrar  una alta proporción de niños con el Síndrome de Asperger que también presentan TDAH.

Los dos trastornos comparten algunos síntomas hasta el punto de que algunos niños con el Síndrome de Asperger son inicialmente diagnosticados con TDAH. Dada la significativa interrelación entre ambos trastornos clínicos, es crucial en todos los casos clínicos que el proceso de diagnóstico diferencial sea llevado a cabo de una forma precisa y sistemática.

Los casos fronterizos entre TDAH y síndrome de Asperger, pueden presentar serias dificultades para orientar la intervención y sobre todo para matizar la información que van a recibir la familia y los educadores.

Para el Doctor, Julián Vaquerizo, Jefe de Neuropediatría del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, los pacientes que sufren asperger son personas muy inteligentes pero generalmente no tiene habilidades sociales, poseen una obsesión por algún tema en particular, rutinas muy marcadas y sobre todo carecen de empatía o capacidad para interpretar el lenguaje no verbal.

En opinión del Dr. Vaquerizo muchos niños con TDAH tienen rasgos clínicos de asperger. Los síntomas son principalmente complicaciones en la interacción social (empatía, relaciones con otros niños) y en la comunicación (pobreza de imaginación, fallos en la comunicación no verbal y carencia de conversación).

Los especialistas indican que la problemática para diferenciar un TDAH y el síndrome de Asperger surge en los primeros años cuando el niño muestra una dificultad para interpretar los sentimientos de los demás y, a veces padece cierto problema para centrar su atención o muestra una conducta hiperactivo-impulsiva.

Especialmente durante la etapa prescolar muchos niños de cualquiera de las patologías nombradas anteriormente pueden tener un desarrollo casi idéntico. Según los especialistas, son niños que les cuesta interrelacionarse con otros niños. Le resulta difícil recortar y colorear. No utiliza rutinas sociales como “hola” y “adiós” y suelen tener muchas rabietas.

“Al mismo tiempo estos pequeños destacan en algunas disciplinas. Suelen ser muy buenos con los puzles y juegos de construcción. No suelen pedir ayuda, no les gusta el colegio porque sufren rechazo y son excelentes para la música”, afirma el Dr. Vaquerizo

El niño hiperactivo presenta un temperamento difícil y un nivel de inatención general e impulsividad elevada al principio de la infancia. También muestra un interés activo en el juego con otros niños, aunque a menudo tienen problemas en la interacción social.

Estas dificultades sociales son secundarias al patrón de inatención y consecuencia de una falta de internalización de las reglas necesarias para la autorregulación de la conducta.

En cambio, el niño con el Síndrome de Asperger a menudo presenta problemas de atención selectiva mostrando una capacidad adecuada para concentrarse en las actividades de su interés. Su incapacidad para interactuar de forma recíproca viene acompañada de una dificultad para entender y utilizar las pautas de comunicación no verbal.

Además, la capacidad del niño con el Síndrome de Asperger para participar en el juego social y cooperativo está poco desarrollada. A diferencia del niño hiperactivo, que tiene dificultades en el juego por la falta de atención sostenida y la impulsividad, el niño con el Síndrome de Asperger tiene poca habilidad creativa y rigidez y/o falta de interés en la experiencia social del juego.

El curso de desarrollo de ambos trastornos sigue caminos divergentes. Así, y durante la segunda etapa de la infancia, el niño hiperactivo continúa experimentando problemas severos de atención, los cuales suelen afectar su rendimiento escolar de forma significativa.

Sin embargo, durante la infancia, el niño con el Síndrome de Asperger muestra la capacidad generalmente adecuada para el aprendizaje independiente. Pero, a medida que el niño se acerca a la adolescencia, el déficit social se manifiesta de una forma más marcada y el patrón restringido de intereses se intensifica.

En la etapa adulta, el trastorno de la interacción social persiste, lo que conduce a una alta proporción de adultos a experimentar dificultades importantes para iniciar y mantener relaciones sociales.

Respecto al lenguaje, el niño con TDAH  interrumpe las preguntas, mientras que el niño con  síndrome de asperger no las entiende.

En relación a la atención, el niño con TDAH presenta una atención dispersa y no puede detenerse ante los estímulos, no filtra los mismos. El niño con síndrome de asperger, su atención es deficiente, no le  interesa.

A nivel social el niño con TDAH se acerca a los otros niños, quiere relacionarse aunque luego pueda ser rechazado. En el trastorno  de asperger no siempre le interesa, no se acerca; por tanto se relaciona poco.

Las respuestas de ambos trastornos a diferentes tratamientos son también opuestos. Así mientras que los síntomas primarios del TDAH responden con éxito al tratamiento farmacológico, no existe un tratamiento específico capaz de erradicar la alteración en el desarrollo social del niño con Síndrome de Asperger.

Aunque según el Doctor Julián Vaquerizo estos niños muchas veces presentan síntomas comunes, como la inhibición social. Por esa razón, en determinados casos el metilfenidato es el medicamento ideal para el síndrome de Asperger ya que ayuda a eliminar indicios de inhibición social que sufren algunos de estos pacientes.

Resumimos en una tabla las diferencias entre Asperger y TDAH

Asperger

TDAH

El comportamiento errático ocurre todos los días

El comportamiento errático es respuesta a otros factores y eventos desencadenantes

Tienen afectadas sus habilidades de comunicación y lenguaje. No pueden captar señales sociales o expresiones faciales.

Interactúa con otros, pero tiene problemas para esperar su turno y puede interrumpir a los demás en la conversación.

Las conductas repetitivas son comunes.

Las conductas repetitivas no siempre se producen.

Toman un obsesivo interés en un solo tema y puede molestarse con algún cambio en la rutina.

Siempre se comporta de manera imprevista e impredecible.

Puede permanecer sentado por varios períodos de tiempo si está interesado en algo.

Tiene problemas para centralizarse en una actividad, sin importar cuán interesado esté en ella.

Puede experimentar retrasos en el desarrollo de las habilidades motoras gruesas o finas.

El desarrollo de las habilidades motoras del niño con el correr del tiempo se desarrollan

Bibliografía:

R. Caballero Andaluz. Prof. Titular de Psiquiatría Infantil. Universidad de Sevilla. “Comorbilidad y diagnóstico diferencial en el Sindrome de Asperger

J. Artigas-Pallares, K. Gacria Nonell. E. Rigau Ratera. Unidad de Neuropediatría del Hospital de Sabadell. “Comorbilidad en el TDAH”.

 

Fuente: http://www.fundacioncadah.org

 

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http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2012/07/sindrome-de-asperger-y-trastorno-por.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/02/tdah-o-asperger.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/09/diferencias-entre-tdah-y-asperger.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2012/07/ejemplos-de-algunas-posibles.html

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Incidencia del Síndrome de Asperger en la mujer

 

Nuria Wells

Existe una creencia de que el Síndrome de Asperger afecta a una mujer por cada 3/4 hombres, pero está creencia está cambiando. Los profesionales, entre ellos el Dr. Tony Attwood uno de los mayores especialistas de Asperger del mundo, piensan que la incidencia del Asperger no varía tanto entre sexos y que existe una mayor paridad de la que se pensaba hasta ahora

La actriz Daryl Hannah tiene Síndrome de Asperger

Diferencias entre chicos y chicas con Asperger

El Asperger no afecta exactamente igual a hombres que a mujeres, se suele decir que mientras los chicos con Asperger son parecidos al modelo de “pequeños profesores”, debido a que suelen tener un interés desmesurado por algún tema y los convierte en especialistas. Cuando los chicos con Asperger se frustran, es más fácil que exterioricen su frustración con una expresión de ira o agresividad, consiguiendo por tanto bastante atención.

Sin embargo, las chicas con Asperger entrarían más en la línea de “pequeñas filósofas”, tienden a mostrarse más distantes o enfocadas en mundos basados en fantasía. En el apartado de amigos, suelen presentar una conducta basada en un/a único/a amigo/a y aferrase de forma intensa, hecho que suele producir grandes traumas cuando esta relación se rompe. Pero ante situaciones de frustración, en vez de exteriorizar la frustración como hacen sus pares masculinos, tienden justo a lo contrario, a interiorizarla y presentar conductas mucho más “pasivas”.

Aspecto social

Normalmente las personas con Asperger suelen tener mucha confusión en el aspecto de los roles sociales. Sin embargo, en los chicos, esta confusión es mucho más evidente que en las chicas. Las mujeres con Asperger pueden camuflar mucho mejor sus problemas sociales y superar las dificultades basando su “defensa” en una imitación de conductas sociales. Este sistema de camuflaje realmente funciona, ya que hace que sea mucho más difícil detectar a una chica con Asperger, y en su lugar encontramos a la chica con eterna sonrisa y un deseo evidente de complacer, aunque tras esa mascara encontramos, más o menos, la misma confusión que en los chicos.

Problemas

El propio sistema de protección o máscara social hace que sea difícil detectar a estas chicas con Asperger, y por tanto suelen ser víctimas de problemas de autoestima e inseguridad, que suelen desembocar en trastornos depresivos. Padecer trastornos alimentarios, o incluso sufrir graves abusos en sus relaciones, que son mal interpretados por ellas, desembocando en una línea de autoculpablidad destructiva.

Diagnóstico

La dificultad de detectar el síndrome hace que muchas mujeres nunca sean diagnosticadas. Sin embargo, una vez son diagnosticadas sufren un efecto liberador, ya que pueden empezar a comprender los “por qués” de su comportamiento.

El conocimiento y mayor difusión del Síndrome de Asperger está ayudando a que cada vez más jóvenes puedan ser diagnosticadas, y se dan muchos casos de mujeres ya adultas que acuden a especialistas ya que tienen sospechas fundadas que que tienen Asperger.

Fuente:

http://autismodiario.org/