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De “madres” y MADRES

Manuel Rodríguez G.
Hoy, por razones que ya sistemáticamente vengo sufriendo, relacionadas con la escolarización y educación de mi hija, me “acordé” de las “madres” de un grupo no reducido de malnacid@s que vienen engrosando las filas de tantos trágalas, inept@s, palmer@s, cooreveydiles, travestid@s ideológicos, indecentes, prepotentes, chorizos, sinvergüenzas, inmorales, trepas consentid@s y vendid@s, difamador@s, chantajeador@s emocionales, cómplices y complacientes de tanta marginación hacia mi hija y un amplio elenco de infumables, vulgares y zafi@s difusor@s de rumorologías y miserables bulos, comadres murmuradoras y difusoras de una cruzada envenenada y de caza de brujas. Me acordé de todas esas “madres” y de muchas relacionadas con estas malas hierbas.

Hoy también me acordé de tantas y tantas MADRES que, posicionadas en la otra orilla opuesta, luchan y defienden a capa y espada los derechos desvirtuados de sus hijos; MADRES especialmente preparadas para esa batalla diaria; MADRES fuertes y enérgicas; no por su condición física e incluso psicológica, que a veces se resienten cual osteoporosis anímica, sino por el cariño y amor que expresan ante situaciones tan minantes como comprobar una y otra vez la mala baba, la desacreditación de su condición de excepcionales matriarcados; de infatigables abogadas por la igualdad, inclusión, derechos, libertades, justicia y, cómo no, orgullo propio y dignidad por tener unos vástagos que por unas u otras razones; unas veces genéticas, otras físicas, otras sanitarias, otras sociales; otras simplemente por cruzarse un mal día con un sinvergüenza engreído y matón está jodiendo en vida la evolución, aprendizaje, inclusión, oportunidades y, cómo no, el futuro incierto y fatigable de muchos niños que esta fagocitante sociedad intenta expulsar cual Monte de Taigeto socio-institucional; quizás por miedo a la ignorancia, quizás por la falta de apuestas por el compromiso a una verdadera inclusión para crecer en igualdad efectiva de oportunidades futuras; esas que esta sociedad falsa de credos anuncia costosa e inviable económicamente, cual empresa de intercambio de productos humanos, a los que a veces se les trata cual recursos no reciclables, ya que, como siempre, se sopesa el gasto y el beneficio de un futuro inmediato; ese que no va más allá del cuatrienio; ese que firman los políticos al uso para encajar sus nalgas en tan cómodas poltronas indecentes y alejadas de un servicio social, eficaz y duradero.

Mientras tanto, esas MADRES, luchan desesperadas por un aliento administrativo; administraciones que lejos de proteger a sus hijos, a nuestros retoños, los coartan, los acallan o, en el mejor de los casos, los granjerizan en modernos guettos de silencios y olvidos. MADRES que a menudo desesperantes ven como las administraciones educativas generalmente fiscalizan sus vidas y las de sus familias, pues la lucha es muy desigual y el Goliath administrativo a menudo juega con el lento, pasivo y caduco sistema judicial, mientras esos retoños se hacen mayores, perdidos en burocracias cual telón de acero, y con esa perdida de tiempo y desgaste anímico personal. Niños que a menudo pasan a ser adolescentes, cuando ya no adultos que perdieron definitivamente el tren de ese largo recorrido que es el destino a la inclusión social y efectiva.

MADRES que, fatigadas pero batalladoras natas, comprueban que ese tiempo de lucha les aleja de las necesidades que tienen sus hijos, que le fiscalizan a menudo la estabilidad anímico-emocional y tiempo para jugar, palpar y sembrar con besos, caricias y mimos a sus pequeños, de sonreír a la vida a pesar de esos serios obstáculos que las características de muchos niños la naturaleza les ha otorgado. MADRES que se convierten en las mejores terapeutas, abogadas, asesoras, maestras, amigas, gestoras, psicólogas y, cómo no, ante todo buenas y excepcionales personas. MADRES que lloran en silencio, pues no es extraño que se les tilde de inadecuadas, porque una ignorante, cínica y muchas veces cobarde interesada sociedad a menudo las tacha de irresponsables, ególatras e inadaptadas. MADRES Coraje sin duda alguna, MADRES sufriendo en soledad cuando sus retoños no las ven; MADRES que cambian lágrimas por sonrisas cuando estos pequeños, ajenos en general a la lucha de sus familias, las miran. MADRES que esconden su amargo dolor por esa polucionada y cínica realidad social competitiva e insolidaria. MADRES que, a menudo, se ven “inhibidas ováricamente” cuando comprueban que los recursos necesarios para un adecuado progreso e inclusión social son casi nulos y la vía privada es muy cara y escasa. MADRES que finalmente rezan a las deidades institucionales para que todo este batallar diario cambie de una vez. Por supuesto… NO PARARÁN. Se lo deben a sus hij@s.

Yo, sinceramente, aún a pesar de haberme acordado de muchas “madres” y MADRES, me quedo, apoyo y alabo a estas últimas. A las primeras, a esas “madres” sólo las nombro… gracias a sus “retoños”.

Va por todas vosotras, MADRES Sonrisa

 

 

Fuente vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=qIsoGIrjbZo&feature=related

 

Publicado también, entre otros medios, en:

http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com.es/2011/02/de-madres-y-madres.html

http://geaeducadores.blogspot.com/2011/02/del-blog-de-mi-amigo-vagabundo-para-las.html

 

Fuente:

http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com/2011/02/de-madres-y-madres.html

“Los niños hiperactivos tienden a ser rechazados y los inatentos pueden ser ignorados”

 

“Los pacientes con TDAH que no reciben un tratamiento adecuado necesitan sensaciones para sentirse bien y tienen un potencial de adicción muy alto”

Redacción / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid


El Dr. Javier Correas Lauffer, jefe de Psiquiatría del Hospital del Henares de Madrid, ha explicado para Comunidad TDAH la evolución de los niños, los adolescentes y los adultos con trastorno del déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Según ha indicado, “los niños hiperactivos tienden a ser rechazados, mientras que los inatentos tienden a ser ignorados”. Además, este especialista ha indicado que en la mayoría de los casos no se aprecia “un componente de perversión o maldad, sino que los pacientes con TDAH suelen ser simpáticos y agradables”.

 

¿Cuál es el papel del psiquiatra en el abordaje del TDAH en su hospital?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede ser abordado por diferentes profesionales, fundamentalmente los neuropediatras y los psiquiatras; también el pediatra general, que interviene en la detección precoz y en el inicio del tratamiento, y los psicólogos clínicos, que desempeñan un papel importante. Lo importante en el TDAH, como en la mayor parte de las enfermedades, es el tratamiento multidisciplinar.

El psiquiatra tiene una labor fundamental en el diagnóstico: participamos en el despistaje orgánico, si bien en este campo los neuropediatras tienen mayor formación en toda la parte de diagnóstico diferencial con otros cuadros orgánicos, y, por supuesto, intervenimos en el tratamiento. Los psiquiatras podemos tener una visión muy global de todo el manejo del trastorno, en el que debemos prestar una atención especial a todas las patologías que aparecen de forma comórbida, como la ansiedad, la depresión o los trastornos de la conducta que pueden aparecer tanto en la adolescencia como en la edad adulta. En la edad adulta, cuando el neuropediatra ya no tendría tanta implicación, intervienen los neurólogos de adultos y, fundamentalmente, los psiquiatras y los psicólogos clínicos.

“Cuando son diagnosticados, los pacientes adultos por fin se sienten comprendidos”.

Como profesional, usted tiene una doble perspectiva desde la sanidad pública y la privada. En su hospital, ¿en qué momento ver por primera vez a un adolescente con el trastorno?

Los pacientes con trastorno de déficit de atención llegan normalmente a través de la Pediatría general. En Madrid, en concreto, los pediatras atienden hasta los 14 años. Entre los 14 y los 18 años hay un volumen importante de pacientes que no se han diagnosticado en la infancia y que se van a diagnosticar en la adolescencia. En estos casos, es el médico general quien va a hacer la detección precoz o el screening, y va a hacer la derivación. En función del hospital, esta derivación será hacia la neuropediatría y, posteriormente, hacia los centros de salud mental, o directamente irá al centro de salud mental. Esto depende de los hospitales, pero, en cualquier caso, generalmente los psiquiatras somos el escalón siguiente al pediatra o al médico de Familia

¿Cómo es este proceso en la consulta privada?

En la sanidad privada muchos pacientes llegan con la sospecha diagnóstica, porque los familiares tienen algún conocimiento sobre el trastorno. Normalmente hacemos un diagnóstico ideal, pero los familiares ya tienen la sospecha, y normalmente están bien encaminados, aunque no siempre.

“Estos pacientes no tienen una buena respuesta cuando hay un bajo nivel de estímulo”.

¿El nivel de información de los familiares es bueno o hay muchos falsos mitos?

Efectivamente, hay muchas ideas contaminadas. En internet los afectados pueden encontrar mucha información contradictoria, pero también buena, con fuentes de más solvencia desde el punto de vista científico. No hay que pensar que en internet toda la información es mala. En la consulta intentamos aclarar toda esta información y mostrar cuál es la adecuada.

¿Cómo es el lenguaje que emplea para dirigirse a los niños y a los adolescentes?

Cuando tratamos a un niño nos basamos más en la observación, siempre teniendo en cuenta que a él le va a imponer hablar con un médico. El momento clave es cuando hablamos con la familia y el niño está relajado. Ahí observamos su actitud. En el caso del adolescente, tenemos bastante información del propio joven, pero nos basamos también en los datos que nos proporcionan los padres, a los que también les preguntamos cómo era de niño.

Por su parte, los adultos suelen venir solos en la mayoría de las ocasiones, y algunas veces están acompañados por su pareja. En este caso, normalmente no podemos acceder a la información que nos dan los padres y, por tanto, nos basamos en los datos que nos facilita el propio paciente.

“Hay dos grupos de niños, según tengan un predominio
de la inatención o de la hiperactividad”.

¿Cómo reacciona el paciente adulto cuando se le diagnostica TDAH?

Hay dos tipos de reacciones. Por una parte, los adultos piensan “por fin alguien me entiende o por fin tengo una explicación”, y sienten un alivio importante en los sentimientos de culpa que durante mucho tiempo han arrastrado. Por otra parte, inmediatamente después, se preguntan “¿por qué nadie me lo había dicho antes?”, porque si el trastorno fuera detectado antes, no tendría determinados problemas, como no haber terminado la carrera, despidos laborales, problemas de pareja, etc. Hay un sentimiento ‘de años perdidos’.

Una vez diagnosticado el trastorno, ¿cuál es su abordaje?

En primer lugar están los aspectos psicoeducativos, es decir, transmitir información terapéutica al paciente. Es muy importante que éste comprenda lo que le ocurre, y que sepa que a partir de ese momento, apoyado en el tratamiento farmacológico y en el tratamiento psicoterapéutico, va a encontrar un apoyo y una herramienta para eliminar las dificultades que tenía hasta ahora.

¿El tratamiento farmacológico varía al llegar el paciente a la edad adulta?

Actualmente, el tratamiento farmacológico es el mismo. En Europa nos movemos todavía fuera de indicación, porque la medicación para el TDAH solo está aprobada en niños; no es así en Estados Unidos. Disponemos de una gran cantidad de documentación científica que avala, dentro de la buena praxis médica, la utilización de los tratamientos específicos para este trastorno en el adulto. Tenemos que estar muy pendientes del ajuste de dosis, ya que pueden cambiar las necesidades de un niño de 14 años a un adulto de 18.

“Lo ideal sería que todos los casos recibieran
un tratamiento psicoterapéutico y farmacológico”.

¿El adolescente o el adulto muestran temor cuando se le receta un medicamento para controlar el trastorno?

Sí, hay ese temor, y lo primero que preguntan es cuánto tiempo tienen que tomar el tratamiento, pero la adherencia en el caso de los adultos es muy alta, porque normalmente llegan a la consulta con un cierto nivel de desesperación.

¿Cómo afecta el trastorno en el día a día del afectado?

En los casos leves y cuando la exigencia externa es media, el paciente puede notar el trastorno solo en determinados momentos. El problema es cuando el nivel de estimulación externa no es suficiente. Otros pacientes tienen una disfunción continua, bien porque tienen un nivel de exigencia muy alto o bien porque su déficit es muy elevado. Es decir, hay pacientes que solo notan las dificultades en determinados momentos, y otros que las notan de forma continua, desde que se levantan hasta que se acuestan.

“En la mayoría de niños, jóvenes y adultos con TDAH
no hay un componente de perversión, sino que son simpáticos y agradables”.

¿Cuáles son las consecuencias para un paciente que no es tratado o no sigue un tratamiento adecuado?

Los pacientes con TDAH que no reciben un tratamiento adecuado en la infancia y en la adolescencia tienen un riesgo muy elevado de desarrollar conductas impulsivas en la adolescencia y en la edad adulta, todo tipo de trastornos relacionados con la impulsividad, y uno muy significativo es el abuso de sustancias. Tienen una gran necesidad de estímulos, de búsqueda de riesgos y de novedades, porque son personas que no se sienten bien con estímulos leves o neutros, necesitan un nivel alto de estímulo para compensar esa hipofunción dopaminérgica que tienen de forma basal. Es decir, necesitan sensaciones para sentirse bien y no aburrirse. Tienen un potencial de adicción muy alto, no solo a sustancias, sino también al juego, etc.

A lo largo de la edad adulta la hiperactividad va disminuyendo. Los niños hiperactivos tienden a ser más rechazados, mientras que los inatentos tienden a ser más ignorados. Al final los dos grupos tienen el mismo problema, y es que tienen dificultades en las relaciones sociales. En la adolescencia, esta situación a veces mejora, porque calman la hiperactividad y la impulsividad, y pueden mejorar un poco las relaciones sociales. Otros chavales con déficit de atención tienen también un punto de espontaneidad, de creatividad, de cierta explosividad, que en la adolescencia les hace socializarse mejor.

“Muchos pacientes evolucionan bien, sobre todo cuando han sido tratados de forma precoz”.

En la edad adulta vemos más los problemas de convivencia directa, en el trabajo y con la pareja. Suelen mantener buen nivel de relaciones sociales, pero tienen problemas con quienes tienen que responder, como son los compañeros o los superiores, y con los que tienen que convivir, que normalmente es la pareja.

¿Qué tipo de escalas utilizan en el Servicio de Psiquiatría?

Al principio las escalas que utilizamos son muy útiles para evaluar, para hacer un screening completo. También nos permiten agilizar tiempo, ya que nos permiten centrarnos en los puntos de la escala que consideramos necesarios. Otra muy buena utilidad es usar la escala para enseñar al paciente una especie de radiografía de lo que le ocurre.

Fuente:

http://www.comunidad-tdah.com/

Stephen Hinshaw: Trastorno por Déficit atencional en niñas

Entrevista con el destacado investigador y académico de UC Berkeley: Stephen Hinshaw

 

“Si eres un niño con ADHD, en muchos aspectos eres simplemente un niño, pero si eres una niña con ADHD eres muy distinta a la mayoría de las otras niñas. Yo pienso que esa diferencia, ese rechazo social, son el combustible de la desesperación de estas jóvenes hacia el final de la adolescencia”

Aprovechando que nos invitaron a exponer los resultados de nuestra investigación acerca del ADHD del adulto en UC Berkeley, entrevistamos al reconocido profesor Stephen Hinshaw, uno de los investigadores más destacados en el campo de los trastornos del desarrollo y el Déficit Atencional.

Stephen Hinshaw es el director del departamento de Psicología de la UC Berkeley y es el investigador principal del estudio más grande de seguimiento que se ha realizado en EE.UU sobre el Déficit Atencional: The Multimodal Treatment Study for Children with Attention-Deficit/ Hyperactivity Disorder (MTA Study).

Recientemente, el equipo del Dr. Hinshaw publicó los resultados de este estudio en su tercera etapa, es decir cuando los participantes llegaron a la edad de adultos jóvenes. En este punto, uno de los hallazgos más relevantes es el de la mayor seriedad de los problemas que las niñas con ADHD han debido afrontar en esta etapa.

Particularmente, se observó que las niñas con el diagnóstico, que además presentaban un componente importante de impulsividad, desarrollaron conductas de auto-daño y también intentos de suicidio, lo cual plantea una serie de inquietudes con respecto al tema del ADHD en mujeres adolescentes y adultas.

Sin mayores preámbulos, los dejamos con esta interesante entrevista, que el profesor Hinshaw tuvo la amabilidad de concedernos.

 

Juan Samuel: En primer lugar me gustaría que me diera su propia definición del Déficit Atencional.

Stephen Hinshaw: Esa es una pregunta difícil de responder brevemente. Sabemos que hay dos tipos principales de problemas, inatención y desorganización por una parte, y conductas hiperactivas e impulsivas, por la otra. Estas dos cosas a menudo van juntas pero también pueden ser independientes, ya que tenemos eso que antes llamábamos déficit atencional sin hiperactividad, pero que ahora se llama el subtipo inatento. Personas que no son terriblemente activas, de hecho a veces pueden ser hipoactivas, muy “en las nubes”, confundidas, desorganizadas, inatentas. Podemos ver personas que son exclusivamente hiperactivas, generalmente se trata de preescolares. La mayoría de la gente que consulta pertenecen al grupo que el DSM denomina el tipo combinado, en el que eres bastante desconcentrado, impulsivo e hiperactivo al mismo tiempo…

Pero para mí ese es sólo el comienzo.

Realmente el ADHD es un problema de la autorregulación. Saber lo que tienes que hacer en el día, tener un plan y seguirlo, tener un sentido del tiempo, un sentido de estrategia, mantener el nivel de alerta durante todo el día, es algo difícil de lograr para todos nosotros, pero si tienes ADHD, es MUY difícil. Cambiar la dirección si tu plan no está funcionando bien, en vez de quedarse pegado y perseverar.

Estas funciones ejecutivas, estas habilidades para la vida, hacen que para una persona con ADHD, especialmente adolescentes y adultos, sea tan difícil manejar su vida diaria.

JS: Me gustaría conocer su opinión acerca de la visión que sugiere que el ADHD es un extremo del continuo de las diferencias neuropsicológicas en la atención y la autorregulación de la especie humana, y su contraparte, es decir la visión de que se trata de un trastorno causado por alteraciones neurobiológicas?

SH: La respuesta es sí a las dos. Antes pensábamos que o tenías o no tenías autismo, tenías esquizofrenia o no tenías esquizofrenia. El autismo existe en un continuo a lo largo de un espectro en la población, al igual que la esquizofrenia y los síntomas psicóticos. El ADHD está exactamente en esa misma línea. Sabemos que tu capacidad de concentración, estas habilidades de planificación ejecutivas, tu habilidad de inhibir una respuesta, todas existen en una curva de distribución normal. Algunas personas son muy concentradas, algunas personas son completamente dispersas; algunas personas son bastante controladas, otras entran en una habitación y se van en la dirección de cada estímulo que ven. Existen en un continuo.

Nosotros definimos el ADHD como estar en un grado muy elevado en comparación a tus pares en muchas de esas dimensiones. Pero la predisposición subyacente está en un continuo. Sabemos que el ADHD es altamente genético. El riesgo de estar en la parte alta de la curva normal es predecida mucho más por los genes que por el ambiente. Pero los genes no significan que tu tienes ADHD, tenemos que hacer un diagnóstico por razones prácticas. Los genes te ponen en un lugar dentro del continuo. Hay un gran riesgo neurobiológico pero está en un espectro.

JS: A partir de los resultados obtenidos en su estudio, pareciera que los subtipos actuales del ADHD no permanecen estables en el tiempo. ¿Cree que los subtipos son realmente tipos distintos de ADHD?

SH: Sería estupendo, desde un punto de vista clínico y científico, que existieran tipos puros. Pero, pensando en esto que mencionábamos acerca del espectro, de este continuo, normalmente o normativamente, si yo soy un niño y tengo 3 años, por definición voy a tener muchos síntomas de hiperactividad e impulsividad, los cuales van disminuir con el tiempo. Incluso si cumplo con los criterios para el diagnóstico de ADHD, van a disminuir con el tiempo. La inatención disminuye a lo largo del tiempo, pero no a la misma velocidad. Así, tenemos que saber qué edad tienes para hacer el diagnóstico, porque para que un niño pequeño reciba el diagnóstico, puede que esté en el límite superior de los síntomas, mientras que una niña de 15 años, quien puede tener considerablemente menos síntomas, pero aun así es bastante extremo en comparación con otras niñas. Entonces es relativo a tu edad, es relativo a dónde te encuentras en el espectro… Y, no te vamos a dar el diagnóstico a menos que esos síntomas causen impedimentos. Todos conocemos gente muy activa, que no necesitan mucho sueño, que comienzan 50 proyectos en la semana y completan 20. Yo empiezo 10 y completo 5, el cual es un mejor porcentaje, pero no soy tan productivo como ellos!

Nosotros diagnosticamos ADHD cuando los problemas de hiperactividad, control de impulsos y la inatención causan estragos en tu vida interna y externa. No puedes seguir las instrucciones en la escuela, tus puntajes en tests de logros son bajos, te cuesta mantener una relación porque no puedes realmente escuchar a la otra persona. Así que es dónde te encuentras en el continuo y cuánto impedimento te causan los síntomas, eso es lo que impulsa el proceso de diagnóstico.

JS: ¿En qué consiste la paradoja del género en salud mental y en el ADHD en específico?

SH: Sabemos que en los 10 primeros años de vida, a lo largo de estudios realizados en distintas culturas, los niños son el sexo con mayor riesgo. Los niños presentan más autismo que las niñas, 4 o 5 a 1; los niños tienen más ADHD, 3 a 1; los niños presentan más problemas serios de agresión, 6 a 1; los niños tienen más formas de discapacidad de aprendizaje que las niñas, 2 a 1. La segunda década de la vida es cuando las niñas están en riesgo de depresión, ansiedad, suicidio, desesperación, así que ahí tenemos una diferencia en el desarrollo.

¿Por qué los niños presentan este riesgo más elevado? ¿Es por el cromosoma Y? Se piensa que el Y tiene muy pocos genes. Los niños parecen ser más vulnerables al estrés intrauterino y a los efectos del abuso que las niñas. Antes pensábamos que las niñas no podían tener autismo pero sí pueden; que no podían tener ADHD, pero sí pueden.

La paradoja del género es muy interesante. Dice que si estás en el género con la menor frecuencia, si eres una niña, para que tengas ADHD, tienes que tener una mayor predisposición genética, para que el estrés de la vida te empuje por sobre el límite. Ahora, esto es difícil de probar, pero es una hipótesis muy interesante. Pero, eso sí, a partir de nuestro estudio longitudinal -tenemos la muestra más grande de niñas con ADHD a lo largo del mundo- observamos lo siguiente: a lo largo de los años, cuando pasas de niña a adolescente y llegas a ser una mujer joven, tienes tanta probabilidad como un niño de tener problemas de rendimiento y dificultades sociales, pero tienes muchas más probabilidades en la adultez temprana, de tener depresiones severas, conductas de auto-daño (cortes), e intentos de suicidio. Así que ahí hay algo que tiene que ver con ser atípico. Si eres un niño con ADHD, en muchos aspectos eres simplemente un niño, pero si eres una niña con ADHD eres muy distinta a la mayoría de las otras niñas. Yo pienso que esa diferencia, ese rechazo social, son el combustible de la desesperación de estas jóvenes hacia el final de la adolescencia y el comienzo de los 20.

JS: Entonces, ¿estos resultados adversos en términos de conductas de auto daño, estarían relacionadas con ese rechazo social, a sentirse tan diferentes a las otras niñas?

SH: Pensamos que esta desesperación está relacionada al rechazo social, a los problemas con las funciones ejecutivas, y, en un estudio que está a punto de ser publicado, las niñas con ADHD con el mayor riesgo de cortarse y de intentos suicidas, son aquellas que en su adolescencia presentaban tanto depresión como agresión, tenían una comorbilidad de conductas internalizantes y externalizantes. Esa combinación las puso en una trayectoria, que más tarde, ahora, cuando se supone que deberían ser independientes -a los 19, 20, 21, 22 años-, hay en ellas una gran desesperación.

JS: ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a nuestros lectores con respecto al ADHD en general y específicamente acerca de las mujeres jóvenes que pueden presentar esta condición?

SH: En primer lugar, el ADHD es muy real y puede ocurrir en niñas y mujeres. No creo que ocurra en las niñas con la misma frecuencia que lo hace en niños y no estoy solo en eso. De manera interesante, en los años de adultez las niñas -ahora mujeres- casi han alcanzado a los hombres en cuanto al número de diagnósticos. Las niñas pueden tener más el tipo inatento que los niños, el que es el más probable que persista en el tiempo.

En segundo lugar, si estás preocupada o preocupado, necesitas una evaluación cuidadosa. Esto no es algo que puedas detectar en 5 o 10 minutos en la consulta de un médico. Necesitas descartar historia de abuso, problemas neurológicos, depresión, abuso de drogas, casos en los que puede tratarse de trastornos comórbidos o pueden ser diagnósticos diferenciales.

En tercer lugar, las buenas noticias son que en base a todos los datos que ahora conocemos, la investigación sugiere de forma muy convincente que tanto niños como niñas y hombres y mujeres, responden igualmente bien a los tratamientos farmacológicos y psicológicos de que disponemos en la actualidad. Así que tenemos todas las razones para pensar que si una niña, adolescente o mujer adulta, recibe algunos de los tratamientos basados en la evidencia científica de la que disponemos, puede realmente mejorar esos síntomas.

 

Entrevista por Juan Samuel Sangüesa Massiel. Berkeley, EE.UU. Septiembre 2012.

 

Fuente:

http://deficitatencionaladulto.cl/?p=133

Desarrollan un chip de ADN para afinar en el diagnóstico del TDAH

 

La investigadora Alaitz Molano, licenciada en bioquímica y doctora en farmacología por la UPV/EHU.

Una investigadora de la UPV/EHU halla 32 polimorfismos asociados

Actualmente no existe ninguna herramienta que asegure el diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Sin embargo, en la tesis titulada "Desarrollo de un sistema de genotipado para la aplicación en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y su farmacogenética", la investigadora Alaitz Molano, licenciada en bioquímica y doctora en farmacología por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), presenta una herramienta que podría mejorar tanto el diagnóstico como la terapéutica de este trastorno.

Molano estudió la asociación de polimorfismos genéticos (variaciones en la secuencia de ADN entre diferentes individuos) con el TDAH. "Buscamos en la bibliografía todas las asociaciones que se habían descrito previamente en todo el mundo, e hicimos un estudio clínico para ver si esos polimorfismos también se daban en la población española, porque las asociaciones genéticas varían mucho de unas poblaciones a otras".

Analizaron unas 400 muestras de saliva de pacientes de TDAH y otras 400 muestras de controles sanos sin antecedentes de enfermedades psiquiátricas. Y partiendo de más de 250 polimorfismos, se encontraron 32 asociados tanto al diagnóstico de TDAH como a la evolución del trastorno, al subtipo, la severidad sintomatológica y la presencia de comorbilidades.

En base a esos resultados, Molano propone un DNAchip con esos 32 polimorfismos, y que se podría actualizar con otros nuevos, como herramienta tanto para el diagnóstico como para el cálculo de susceptibilidad genética a diferentes variables (presentar buena respuesta a fármacos, normalización de los síntomas, etc).

Por otro lado, este estudio ha confirmado la existencia de los 3 subtipos del TDAH: inatento, hiperactivo y combinado. Sin embargo, no se encontraron asociaciones directas entre los polimorfismos analizados y la respuesta al tratamiento farmacológico (atomoxetina y metilfenidato). Molano cree que esto podría ser debido a que "en muchos casos los datos de fármacos que teníamos no eran rigurosos", debido a la dificultad de la recolección de este tipo de datos. Por eso Molano seguirá investigando en esa línea: "Queremos centrarnos en la parte de la respuesta a fármacos, conseguir más muestras, mejor caracterizadas, controlando muy bien las variables de toma de fármacos, si realmente se tomaban o no, etc.".

Molano espera que esta herramienta llegue a las clínicas: "El proyecto fue financiado por Progenika Biopharma y la farmacéutica Juste SAFQ, pero tenemos además 10 colaboradores clínicos de centros públicos y privados de España, y es complicado poner a todos de acuerdo en cuanto a patentes, comercialización, etc. Nuestra idea es que se llegue a comercializar y que tenga buena aceptación".

 

Fuente:

http://www.gacetamedica.com/gaceta/

Carta de despedida de un niño hiperactivo a sus profesores: “Adiós, es hora de marchar”

 

hiperactAdiós, es hora de marchar

Diego es un niño gijonés que padece un desorden hiperactivo-impulsivo, trastorno que, según recientes estudios, padece el 5% de los alumnos. Ahora cambia de centro educativo y en esta emotiva carta se despide de los que han sido sus profesores en una complicada etapa escolar.

 

 

Adiós, es hora de marchar

DIEGO BATALLA MARTÍNEZ

Hola, soy Diego. Sí, para algunos una pesadilla. En estos momentos estoy viviendo el último castigo en casa por motivos colegiales. Como no tengo mucho que hacer se me ha ocurrido despedirme de los que habéis sido mis profesores.

 

También quiero aprovechar para disculparme por mi comportamiento en clase. Ya sabéis, contestaba a las preguntas sin permiso, continuamente me movía en el pupitre e incluso me decíais que hablaba solo. Supongo que ya lo sabéis: soy un niño hiperactivo.

Mis padres me han dado algún libro sobre niños como yo. La verdad, prefiero seguir leyendo los libros de M.; pero hay una guía para educadores, en ella me sorprendió la descripción del niño hiperactivo, predominantemente impulsivo, y yo me identificaba con él: se mueve de un lugar a otro en momentos inapropiados, acostumbra a interrumpir, mueve manos y pies en exceso y por momentos su comportamiento es muy molesto. El cerebro de estos chavales no llega a controlar su comportamiento ni anticiparse al futuro. Preparar y dirigir su conducta hacia la consecución de su tarea tiene grandes obstáculos.

Como muchos sabéis, voy a un médico, el cual me explicó que a un niño que padece tos no se le puede castigar o reñir aunque tosa en clase y moleste. Por el contrario, a estos chicos como yo se les debe elogiar la conducta adecuada, hablando con un lenguaje positivo e ignorando conductas menores (como no sacar la libreta en clase). También señala que se nos debe dedicar tiempo extra, acercándose a nosotros con ganas de ayudarnos y de vernos como a niños que tenemos un problema y no como a niños problemáticos.

Guardaré también buenos recuerdos de todos vosotros y sobre todo de mis compañeros, con los que espero disfrutar durante muchos años.

Recuerdo cuándo empecé el colegio. Era un crío, y tú, R., tú nunca me comprendías.

E. fuiste compresiva conmigo y te lo agradezco, noté que te gustaba enseñar, no como a otros.

B., donde quiera Dios que estés, sé que te llegarán estas líneas. Para ti sí fui un problema, pero lo supiste asumir, hablaste con Ch. e intentaste ayudarme.

M., ya sé que me odias, yo también te correspondo. Me lo demuestras todos los días cuando levanto la mano para contestar una pregunta en clase y haces lo imposible para que no la pueda responder. Cuando te pregunto el significado de una palabra y me dices que lo busque en un Diccionario sabiendo que no lo tengo, y al poco tiempo responderle la misma pregunta a otro compañero/a.

J. A., gracias por preocuparte por mí desde que nos conocimos, supiste ver en mí a un niño hiperactivo y se lo comunicaste a mis padres.

M., tus clases son especiales, aunque no las mejores para niños como yo, pides mucha calma y silencio. Siento no haber respetado los turnos de palabra, aun así me valoraste lo positivo, como A., a la cual le doy gracias por apoyarme en los momentos difíciles.

C., ya sé que piensas que soy un chico demasiado inquieto y que la hiperactividad es un camelo, pero para sorprenderte voy a citar una poesía en inglés, una de mis aficiones:

«Charles

at the botton of the mountain

the enemy

is inside.

Inside

your body

Charles»

C. del V., no hay palabras para describir tu comportamiento?

 

Fuente:

http://www.lne.es/sociedad-cultura/

Entrevistas a Isabel Orjales y Fulgencio Madrid (Jornadas sobre TDA/H)

Entrevista realizada por el periodista Javier Ramos para la Universidad de Murcia Digital en La Verdad.es, a la Dra. Isabel Orjales, especialista en Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad TDAH, y a Fulgencio Madrid, presidente de Federación Española Asociaciones Ayuda Déficit Atención Hiperactividad FEAADAH, con motivo de las Jornadas sobre TDAH. Encuentro con el experto/a, en Murcia y Lorca, Organizada por ADAHI, FEAADAH.

 

Fuente vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=ISIzfS9vBnU

Trastorno por Déficit de Atención en Suecia: Algunas reflexiones

 

Manuel Rodríguez G.

aprendizTraigo a escena el artículo más abajo reproducido de  http://www.rehasoft.com/, donde se habla del notable incremento de niñas que han pasado a ser medicadas, tras el posible TDAH diagnosticado; en este caso en Suecia.

De tal información extraigo unas reflexiones en alto,  tras el excesivo aumento de la población infantil femenina que es medicada, debido a un posible TDAH y que, en términos generales, puede ser extrapolado a países como el nuestro.

Me queda preguntarme si ello no se debe en gran parte a las campañas agresivas y pujantes de las multinacionales farmacéuticas que ya no sólo a nivel de Suecia, sino global han orquestado un –opino- estado excesivo de alerta referente a la condición necesaria (y parece ser suficiente) de la toma de medicación, normalmente psicoestimulantes, como si con ello, este minante trastorno neurobiológico se aminorase e incluso se difuminase ostensiblemente con el tratamiento a largo plazo, cual panacea casi mágica.

El resultado evidente es el vertiginoso aumento del consumo y por tanto en las ventas de este tipo de fármacos. Tanto que, como se habla en dicho artículo, el incremento en un lustro ha sido espectacular: Un 160% en niños y un 260% en niñas. Incremento espectacular en cifras de consumo. Al igual que espectacular en cifras, supongo excepcionales y suculentos beneficios de estas multinacionales farmacéuticas  a nivel, insisto, internacional.

Ante estas apreciaciones muy particulares, me queda inclinarme porque  ese elevadísimo aumento en las ventas y administraciones de, usualmente, psicoestimulantes se debe primordialmente a un conglomerado de intereses y realidades:

- Una interesada campaña sustentada por las propias compañías farmacéuticas, de hiperconcienciación hacia la población infantil, donde resulta paradójico encontrar no pocos casos de niños mal diagnosticados y a la vez muchos otros no diagnosticados.

- Una generalización y globalización del uso de fármacos para cada uno de los subtipos y fenotipos de los afectados, a pesar de las peculiaridades individuales de cada cual.

- Una política institucional basada en la economización a corto plazo del tratamiento del TDAH y relacionados, incidiendo en el espectacular aumento del consumo farmacológico. Como contraprestación, el famoso tratamiento multimodal es prácticamente en la praxis, inexistente, dado que la inversión en formación, información educativa, social e incluso sanitaria es muy deficiente:

La psicoterapia, tratamientos conductuales, cognitivos y de aprendizajes diversos por parte del entramado educativo es prácticamente vano en el día a día con este tipo de alumnado.

A nivel sanitario, la especialización de verdaderos profesionales deja mucho que desear, a excepción de un conjunto de ellos, bastante limitados (aún hoy día, la especialización de psicólogos y psiquiatras infanto-juveniles, en nuestro país no se ha plasmado en la práctica, tras la aprobación de esas especialidades por parte del Ex-Ministro del ramo Bernard Soria).

A nivel social, la muy preocupante realidad de este grupo de afectados, junto a sus familiares, son en esencia, juzgados, criticados, incomprendidos y cínicamente etiquetados: Los unos por ser supuestamente torpes, tontos, malcriados, vagos, inadaptados, salvajes, limitados, bobos y/o similares. Los otros (familiares) por ser supuestamente incompetentes, dejados, desinteresados, ineptos, apáticos, consentidores, obsesionados y/o muy proclives a malcriar a sus retoños. En esencia, la denominada enfermedad invisible sigue siendo apenas visible para demasiados familiares cercanos y algunos y atípicos comprometidos profesionales.

El resultado de tan chapuza realidad y apuesta por tan monótono y exiguo plan monomodal (farmacológico) es que a medio-largo plazo, los frutos de tan rácana inversión institucional son y serán un aumento espectacular de fracaso, no sólo escolar, sino por ende social y/o personal en demasiados casos de este grupo de afectados, que darán lugar a una costosa factura social en un futuro cercano.

 

ansiedadPara finalizar, me quedo con la parte positiva de ese artículo, donde parece existir una concienciación respecto de la realidad del TDAH  en las niñas, demasiadas veces infradiagnosticadas, desatendidas y muy, muy olvidadas.

La concienciación lenta pero progresiva de que existe tanta población femenina afectada por este trastorno como en el sexo masculino va dando sus frutos. Sin duda alguna, las niñas, sobre todo inatentas, son las grandes olvidadas y no diagnosticadas, representando al patito feo de este desconocido trastorno, aunque del que ampliamente se referencia y del que a pesar de que desgraciadamente, aún se habla en círculos ligados a esta patología, de la afectación del sexo masculino respecto al femenino, en una relación aproximada de 4:1; como se expone en dicho artículo, tal relación prácticamente se asimila (de ahí dicho incremento en el diagnóstico de niñas respecto a la población masculina, como ya previese hace años la excelente psicóloga canadiense Katleen G. Nadeau. Consúltense

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/01/comprendiendo-las-ninas-con-deficit-de.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/01/ninas-inatentas-las-grandes-olvidadas.html

http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com.es/2011/01/ninas-inatentas-las-grandes-olvidadas_22.html )

 

TDAH en Suecia

 

En Suecia, la proporción de niñas que toman medicamentos para el TDAH está aumentando más que la de los niños. Entre 2006 y 2011 la proporción de niñas que tomaron medicación aumentó en casi un 260 por ciento mientras el aumento de los niños fue un 160 por ciento. Kerstin Malmberg, psiquiatra de niños y adolescentes, no se sorprende. Es un problema conocido que las niñas son menos diagnosticadas, y según ella que aumenta la proporción de medicación es algo positivo.

Mientras que los niños con diagnóstico de TDAH suele ser más hiperactivos causando problemas para el entorno, las niñas suelen tener problemas con la concentración.

Cuando imaginamos un niño con TDAH pensamos en alguien que corre, salta y molesta. No pensamos en alguien que es tranquilo y calmado. Las niñas no suelen ser tan activas y tienen síntomas menos pronunciados, dice.

El riesgo que conlleva el comportamiento de las niñas es que reciben ayuda demasiado tarde, lo que puede conducir a la ansiedad y la depresión.

Hoy por hoy, las niñas representan menos de una cuarta parte de los diagnósticos de TDAH, pero Kerstin Malmberg está convencida de que más niñas serán diagnosticadas en el futuro.

Problemas de aprendizaje y bullying

 

Tu niño frecuentemente se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse y portarse bien en su casa y en la escuela. Se le dificulta captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego en desarrollarlas posteriormente?

Los padres nos preocupamos cuando nuestros hijos tienen problemas de aprendizaje en la escuela. Hay muchas razones para el fracaso escolar, pero entre las más comunes se encuentran específicamente la de los problemas del aprendizaje. Los niños con problemas de aprendizaje suelen tener un nivel normal de inteligencia. Ellos tratan arduamente de seguir las instrucciones, de concentrarse y de portarse bien en la escuela y en la casa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, tienen mucha dificultad dominando las tareas de la escuela y se atrasan en sus actividades escolares. Los problemas del aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños de edad escolar.

El niño con problemas específicos de aprendizaje presenta patrones poco usuales, a la hora de percibir las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su misma edad.

Existe la creencia de que los problemas del aprendizaje son causados por alguna dificultad con el sistema nervioso que afecta la recepción, el procesamiento o la comunicación de la información. También puede ser común en familias. Algunos niños con problemas del aprendizaje son también hiperactivos, no se pueden estar quietos, se distraen con facilidad y tienen una capacidad para prestar atención muy corta.

Estas características son las que hacen que sus otros compañeros se burlen de ellos y los alejen de su círculo de amigos, dificultándoles la manera cómo se relacionan y se desarrollan en el ambiente escolar. Además cuando un niño tiene problemas para procesar la información que recibe, le delata su comportamiento, y esta situación la convierte en un blanco fácil de sus compañeros que pueden llegar a ser muy crueles. Frecuentemente estos niños son hostigados y burlados, menospreciados y víctimas de toda clase de bromas, apodos. Estas agresiones que ocurren diariamente se califican dentro de un fenómeno mundial que se llama Bullying , Matoneo o Acoso Escolar.

Aunque algunos siquiatras sostienen que los problemas del aprendizaje se pueden tratar. Si no se detectan y se les da tratamiento a tiempo, sus efectos pueden ir aumentando y agravándose como una bola de nieve al rodar. Por ejemplo, un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no podrá entender el álgebra en la escuela secundaria. El niño, al esforzarse tanto por aprender, se frustra más y más y desarrolla problemas emocionales, tales como una baja autoestima ante tantos fracasos. Algunos niños con problemas de aprendizaje se portan mal en la escuela porque prefieren que los crean “malos” a que los crean “estúpidos”.

Los padres debemos estar conscientes de las señales más frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje:

1- Dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.

2- Problemas para recordar lo que alguien le acaba de decir.

3- Dificultad para dominar las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.

4- Dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Puede presentar tendencia a escribir las letras, las palabras o los números al revés.

5- Falta de coordinación al caminar, hacer deporte o llevar a cabo actividades sencillas como sujetar un lápiz o atarse el cordón del zapato.

6- Facilidad para perder o extraviar su material escolar, libros y otros artículos.

7- Dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiendo el “ayer”, con el “hoy” y/o “mañana”.

8- Tendencia a la irritación o a manifestar excitación con facilidad.

9- Dificultades en la Lectura :El niño se acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; se frota los ojos y continuamente se queja de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.

10-Escritura Invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene un pensamiento poco organizado y una postura pobre.

11.Auditivo y verbal El niño presenta apatía, gripa, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de dolor de oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa al maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto.

12.Matemática: invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos.

Estos problemas merecen la evaluación comprensiva por un experto que pueda enjuiciar todos los diferentes factores que afectan a tu hijo. Un siquiatra de niños y adolescentes te podrá ayudar a coordinar la evaluación y trabajar con profesionales de la escuela y otros para llevar a cabo la evaluación y las pruebas escolásticas y así clarificar si existe un problema de aprendizaje. Ello incluye el hablar con tu hijo y todo su entorno familiar, evaluar su situación, revisar las pruebas educativas y consultar con la escuela.

Ten en cuenta que el siquiatra de niños y adolescentes debe hacer sus recomendaciones sobre dónde colocar al niño en la escuela, la necesidad de ayudas especiales, tales como terapia de educación especial o la terapia del habla y los pasos que deben seguir los padres para asistir a tu niño para que pueda lograr el máximo de su potencial de aprendizaje.

Algunas veces se recomienda sicoterapia individual o de familia. Los medicamentos pueden ser recetados para la hiperactividad o para la distracción. Es importante reforzar la confianza de tu niño en sí mismo, tan vital para un desarrollo saludable, y también ayudarte tanto a ti como a tu familia a entender mejor y poder hacer frente a las realidades de vivir con un niño que sufre con problemas de aprendizaje.

Muchos docentes se quejan de que los chicos no respetan los límites, no muestran interés en aprender, cuestionan los contenidos y la forma de darlos a conocer. Los alumnos suelen reaccionar con violencia hacia los profesores y se manejan con golpes e insultos entre ellos.

Si bien el paso de la niñez a la adolescencia suele ser conflictivo, la situación parece sobrepasar lo “normal”. Las bromas pesadas, la discriminación, el bullying, la violencia, muchas veces generan déficit de atención, problemas de aprendizaje y trastornos de ansiedad o depresión.

Ten siempre mucho cuidado con todos los comportamientos de tu hijo, cuídalo y siempre obsérvalo, para estar atento en su proceso de desarrollo y poderlo ayudar.

Fuente:

http://padresexpertos.com/blog/

Profesores, ¿tontos o listos?

(Del excelente blog de Gloria López)

burroeducadorLa semana pasada en el colegio, una profesora de mi hija hacía un comentario en voz alta. Decía que se había reunido con sus antiguos compañeros de estudios y que pudo comprobar cómo “los tontos y los listos, de una forma u otra, siempre habían salido adelante, sin necesidad de tanto médico ni tanta tontería como la que, ahora, demandan los TDAH”…

No voy a comentar esta opinión a la que, por desgracia, estamos más que acostumbrados. Pero, yo sentiría un poco de vergüenza al demostrar un trasfondo tan deshumanizado, ignorante y superficial como el que deja ver esta maestra. Sobre todo, tratándose de una profesora de la rama de Ciencias. ¿Es tan difícil de aceptar que se trata de un problema neurológico?

Un rato más tarde, esta misma profesora se quejaba del dolor de cabeza que tenía. ¡Pues seguro que se lo estaba inventando!, (como hace mi hija con su TDAH) porque ni mi hija ni ningún otro alumno podían ver su dolor de cabeza… ¿Por qué es más real su cefalea que el trastorno de mi hija?

Perdonadme que me explaye, pero me hierve la sangre cuando veo la ligereza y ausencia de consideración de personas “cultas”, “con mentes abiertas”, cuyo objetivo es la “inclusión” de todas las personas en la sociedad, con independencia de la capacidad intelectual o física que tengan. Y se supone que la educación de nuestros hijos está en manos de algunos “docentes” como ella.

Me pregunto en qué grupo meterá esta “educadora”, por ejemplo, a los niños invidentes: ¿En el de los listos o en el de los tontos? ¿Y a los que tienen dificultades auditivas?

Por suerte, aunque poco a poco, cada vez es menor el número de personas dedicadas a la educación con esta mentalidad tan exclusiva, dispuestos a enseñar sólo a los que "dan la talla".

El desprestigio que tienen los diagnósticos da a entender que el TDAH es un cajón de sastre donde cabe todo. Sin embargo, opino que si un alumno no consigue alcanzar los objetivos educativos “todos tenemos un problema”. No sólo los padres, sino, también, los profesores, porque estos, entonces, no están consiguiendo el objetivo último de su profesión: Transmitir el conocimiento a sus alumnos… Y, si no alcanzan los objetivos… ¿Qué son los profesores?, ¿Tontos o listos?

Hay que asumir que lo bueno del uso de estrategias metodológicas en el aula es que, aun cuando el diagnóstico fuera erróneo, tampoco perjudicaría al alumno, incentivando su autoestima y aprendizaje. Luego, ¿qué se pierde al aplicarlas?

Hace poco, asistí a una conferencia del Dr. Bauermeister, especialista en TDAH. Le preguntaban qué ocurría si se le aplicaban los tratamientos para TDAH a un niño con un diagnóstico erróneo. Su respuesta fue: “Ante la duda, saluda…”

Para terminar, me gustaría añadir que mi hija no es tonta: “Sólo es diferente”.

 

Fuente:

http://mistdahfavoritas.blogspot.com.es/

Niños con TDAH: Víctimas de bullying

 
Niños Hiperactivos: Víctimas de Bullying

Sabes cuál es la razón por la que el 66 por ciento de los niños con TDAH sufre acoso en la escuela? La razón es sencilla, es que aquellos niños con hiperactividad y trastorno de atención presentan impulsividad, inatención; y estas conductas hacen que sus compañeros de clase los rechacen.

Generalmente son estigmatizados y etiquetados desde el grupo, también suelen ser focos de atención con una connotación altamente peyorativa por lo que serán constantemente señalados, intimidados y agredidos.

Otra factor que los hace más vulnerables es que estos niños ni siquiera están siendo diagnosticados , lo que los hace mucho más vulnerables y hostigados. Con base en los resultados, la situación de bullying es grave porque casi la mitad de los niños con TDAH, un 47 por ciento, sufre acoso todos los días, a diferencia del 26 por ciento de los otros estudiantes Es nuestra responsabilidad detectar esta conducta desde que nuestros hijos están en edad de lactantes y así prevenir su agresividad, los niños hiperactivos suelen ser muy llorones que tienen dificultad para dormir y tienen tendencia a hacer berrinches , sabemos que aunque la captación se hace en edad escolar, existen entre cinco y 10 alumnos con este problema, de ahí el surgimiento del “bullying” donde uno de los principales protagonistas son los niños hiperactivos.

Teniendo en cuenta esta situación , pedimos a todos los padres que prestemos atención a nuestros hijos desde que son pequeños, si son llorones, berrinchudos y pataletosos. Puesto que si los abordamos desde pequeños es mucho lo que les podemos ayudar a prevenir una situación de Bullying o Acoso Escolar.
Te damos algunos de las características propias de estos niños hiperactivos que te ayudarán a diagnosticar el déficit más fácilmente
1. Revisa si tu hijo juega con las manos o los pies o se retuerce en su asiento.
2. Ten pendiente si abandona su asiento cuando lo que se espera es que se quede sentado.
3. Corre y trepa excesivamente en situaciones inapropiadas.
4. Presenta dificultad para jugar en forma silenciosa.
5. Frecuentemente habla excesivamente, está “en movimiento” o actúa como si fuera “impulsado por un motor”.
6. Le cuesta trabajo seguir instrucciones.
7. Tiene dificultad para mantener su atención fija en actividades de trabajo o de juego en el colegio y en la casa.
8. Pierde las cosas necesarias para realizar actividades en el colegio y en la casa.
9. Parece como que no escucha con atención.
10.No le presta atención a los detalles.
11.Parece desorganizado con sus cosas y olvida las cosas.
12.Se distrae con facilidad.
Sabemos que con estas características que enunciamos podrás identificar si tu hijo presenta o no el déficit de atención, así podrás prevenir, detener el bullying o Acoso Escolar que tanto daño hace a nuestros hijos.


Gracias PadresExpertos


Fuente:
http://padresexpertos.com/blog/

Trastorno por Déficit de Atención: el reto de un buen diagnóstico

 

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El diagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Niños y adolescentes que parecen más impulsivos que los demás, más movidos, más agitados, más dispersos en clase... No es sencillo delimitar la frontera entre un menor movido y disperso y uno que sufre un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Los niños y los adolescentes que padecen este trastorno tienen problemas de impulsividad, de atención, de comportamiento y de agitación motora que causan alteraciones en su rendimiento académico y en su vida social y familiar.

TDAH: el reto de un buen diagnóstico

 tratamientotdah1Uno de los principales retos en este trastorno es diagnosticarlo con la precisión adecuada. Inmaculada Moreno, profesora titular de psicología de la Universidad de Sevilla, explica que "la detección realizada en Atención Primaria puede ser insuficiente para confirmar la existencia del trastorno". Los primeros profesionales que detectan que un menor puede sufrirlo son los pediatras, ya que los profesores o progenitores, ante la sospecha de que el niño o el adolescente tiene un problema, lo envían a su pediatra.

"Pero si el diagnóstico depende solo de la información que dan los padres, algo que puede pasar en Atención Primaria, aumenta el riesgo de que se produzca un error", insiste Moreno, y de que se diagnostique con TDAH a un menor que en realidad no sufre este problema y tome de manera innecesaria medicamentos que pueden tener efectos secundarios.

Aunque también puede ocurrir lo contrario. Amaia Izquierdo, doctora en psicología, destaca que la poca precisión en el diagnóstico provoca que "niños y adolescentes que sufren el trastorno no sean identificados". El TDAH se puede confundir con otras patologías, con las que también se puede presentar asociado, como los trastornos de aprendizaje, los trastornos de ansiedad o los trastornos de conducta. Esta especialista pone el acento en la importancia de tener un buen diagnóstico, ya que "el trastorno es para toda la vida, así que su evolución será mejor cuanto antes se inicie el tratamiento".

La dificultad de saber cuántos afectados están mal diagnosticados

tdahtratamientoEs difícil saber cuántos niños y adolescentes están mal diagnosticados, ya que faltan estudios exhaustivos. Moreno es la autora principal de un estudio de la Universidad de Sevilla, el Servicio Andaluz de Salud y la Universidad de las Islas Baleares que compara la eficacia de los tratamientos farmacológicos y psicológicos con un nuevo tratamiento, el neurofeedback. Esta es una modalidad con la que se cambia el patrón de ondas cerebrales y se activa el flujo sanguíneo en las áreas del cerebro relacionadas con el TDAH.

Para realizar este análisis, los investigadores seleccionaron a 146 niños de Sevilla que habían llegado al servicio de Atención Primaria de Pediatría con la sospecha de que sufrían este trastorno. Pero, tras hacerles diferentes pruebas, descubrieron que el 40% de ellos no lo padecía.

Dedicar tiempo al diagnóstico del TDAH

tdahtratamiento3A juicio de Luis Rodríguez, pediatra de Atención Primaria y coordinador del Grupo de Trabajo de TDAH de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, "el médico de Atención Primaria puede hacer un buen diagnóstico, siempre y cuando disponga del tiempo necesario para realizar las pruebas que hagan falta. Yo tengo la suerte de poder dedicar una hora o más a un paciente. Pero hay compañeros que ven a 60 niños y adolescentes cada día". En estos casos, "lo recomendable es que se derive al menor a los servicios especializados", añade el pediatra.

Las ventajas de que sea el pediatra quien se encargue del diagnóstico son "que hacemos el seguimiento al menor desde que ha nacido y que vive muy cerca de nuestros centros. Tenemos mucha relación con la familia y vemos al menor con regularidad, así que sabemos cómo se comporta en el colegio y con la familia. Lo conocemos mucho, algo muy importante para realizar un buen diagnóstico", insiste el especialista.

El TDAH: un trastorno complejo

El TDAH es un trastorno complicado. No hay marcadores biológicos, como un análisis de sangre, que demuestren que una persona lo sufre. Por eso, las estadísticas sobre el porcentaje de menores afectados van desde el 4% al 17%. Todavía no se conocen sus causas, aunque se cree que puede tener una importante base genética.

Amaia Izquierdo defiende que el diagnóstico lo hagan psicólogos o psiquiatras, profesionales que pueden realizar numerosas pruebas neuropsicológicas. "Los médicos de Atención Primaria están haciendo una labor muy importante de detección, cada vez mejor. En realidad, no importa tanto quién haga el diagnóstico de TDAH sino cómo lo haga. Pero creo que es mejor que el diagnóstico final lo realicen los servicios de salud mental, en los que hay psiquiatras y psicólogos. Hay que llevar a cabo una evaluación neuropsicológica que incluya tests, pero también entrevistas clínicas, observación, pruebas de biofeedback para observar el movimiento", señala Izquierdo. La especialista también alerta de los tests disponibles en Internet para hacer un autodiagnóstico.

Los más pequeños de la clase
Según un estudio realizado en fechas recientes por científicos de la Universidad de Columbia Británica (Canadá), muchos casos de falsos positivos son niños que han nacido en el mes de diciembre.

En las clases conviven niños de un mismo año nacidos entre enero y diciembre. Y puede ocurrir que los nacidos en el último mes del año sean etiquetados como más inmaduros, movidos e impulsivos que sus compañeros.

Los investigadores estudiaron a 937.943 niños de entre 6 y 12 años de edad y vieron que los nacidos en el mes de diciembre tenían un 39% más de probabilidad de ser diagnosticados de TDAH, comparados con los niños nacidos en enero.

 

Fuente:

http://es.noticias.yahoo.com/

 

Teoría de la Mente en los subtipos del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

 

menteEl Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la infancia con una prevalencia estimada de entre un 3% y un 8%. Sus consecuencias más apreciables se muestran a nivel cognitivo, familiar y social. En los últimos años está adquiriendo importancia la relación existente entre la Teoría de la Mente y este comportamiento social. Objetivo: estudiar las diferencias en el desarrollo de la Teoría de la Mente en dos de los subtipos de TDAH: subtipo combinado y subtipo inatento, y el papel que juega la impulsividad en estas diferencias. Método: chicos y chicas entre 8 y 14 años, doce sujetos subtipo inatento, doce sujetos subtipo combinado y diez controles. Para medir la Teoría de la Mente se utilizaron historias extrañas de Happé y faux pas. Resultados: el subtipo combinado fue el que mayores niveles de impulsividad demostró y el que presentó un rendimiento más bajo en pruebas de Teoría de la Mente. Conclusiones: el subtipo combinado presenta una capacidad más baja que el subtipo inatento y los controles sanos para teorizar acerca de la mente de los demás, lo que podría ser debido a una mayor dificultad en el control inhibitorio. Este hecho puede ser relevante para futuras intervenciones en el ámbito social de las personas con TDAH.

 

Para acceder al trabajo completo, pinche en el siguiente enlace

http://www.isepscience.com/images/stories/num4/ISEP-SCIENCE-n4-art2.pdf

 

Escrito por:

PATRICIA ASIÁIN RUBIO

Psicóloga, ANDAR-Tudela (Asociación de Apoyo al Déficit de Atención/Hiperactividad, de la Ribera de Navarra).

JAVIER TIRAPU USTÁRROZ

Neuropsicólogo. Servicio Neuropsicología Complejo Hospitalario de Navarra. Clínica Ubarmin. Fundación Argibide.

JOSÉ JAVIER LÓPEZ GOÑI

Titular de Universidad, departamento de Psicologíay Pedagogía. Universidad Pública de Navarra.

RUTH MELERO PÉREZ

Psicopedagoga, ANDAR-Tudela (Asociación de Apoyo al Déficit de Atención/Hiperactividad, de la Ribera de Navarra).

 

Fuente vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=9Wj46NgKWOo

Repercusión del TDAH en el ámbito familiar y escolar


 

imageEl TDAH es un trastorno neurobiológico y genético, no es un problema de conducta, no está provocado por el ambiente, los padres no tienen la culpa de que su hijo tenga esas dificultades y se comporte de esa manera, los profesores no tienen la culpa de que su alumno tenga esas dificultades y se comporte de esa manera, PERO SI SOMOS RESPONSABLES TODOS LOS ADULTOS que rodeamos al niño de AGRAVAR EL TRASTORNO, el ambiente puede empeorar gravemente el TDAH.

Ante la pregunta que le hicieron a Barkley en un congreso sobre que es lo que pesa más en el TDAH lo ambiental o lo orgánico, respondió: 100% orgánico, 100% ambiental.

Las características predominantes de este trastorno incluyen:

La inhibición deteriorada de la respuesta, la falta de control del impulso o la incapacidad para retrasar la gratificación. Esto se observa a menudo en la inhabilidad de los individuos para parar y pensar antes de actuar; para esperar su turno en los juegos, conversando con otros o teniendo que esperar en la fila; para interrumpir la respuesta rápidamente cuando llega a ser evidente que sus acciones no son eficaces; para resistir distracciones mientras se concentra en el trabajo; para trabajar para recompensas más grandes, a más largo plazo, más que optar por las más pequeñas, más inmediatas; e inhibir la reacción dominante o inmediata a un acontecimiento, tal y como la situación puede exigir.

Actividad excesiva o actividad que no se regula en función de las demandas de una situación. Los niños con TDAH, en muchos casos, se observa que son excesivamente nerviosos, agitados. Exhiben un movimiento excesivo no requerido para realizar y terminar una tarea, tal como culebrear sus pies y piernas, golpean cosas ligeramente, oscilan mientras están sentados, cambian de postura o posición mientras realizan tareas relativamente aburridas. Niños más pequeños con TDAH pueden demostrar el movimiento excesivo, subiendo, bajando, corriendo y otras actividades motoras gruesas. Mientras que esto tiende para disminuir con la edad, incluso los adolescentes con TDAH son más agitados y nerviosos que sus iguales. En adultos con el trastorno, esta agitación puede ser más subjetiva más interior que exterior, menos observable, aunque en algunos adultos sigue existiendo una actividad exterior y buscan siempre estar ocupados o haciendo algo para no sentarse.

Pobre Atención sostenida. El TDAH interfiere en la persistencia, en la capacidad para persistir en una tarea el tiempo necesario para terminar la tarea. Son fáciles de distraer. Este problema se presenta a menudo cuando se asignan al niño una tarea aburrida, prolongada, o actividades repetitivas que carecen de interés para el niño. No pueden a menudo demostrar el mismo nivel de persistencia, motivación, y esfuerzo que otras de su edad en tareas poco interesantes aunque sean importantes y que deben ser realizadas. Hablan a menudo al realizar tales tareas y por lo tanto cambian de de una actividad a otra sin terminar ninguna de estas actividades. La pérdida de concentración durante el trabajo aburrido o tareas prolongadas es normal, al igual que una inhabilidad de volver a su tarea después de una interrupción. Así, se distraen fácilmente durante los períodos en que la concentración es importante para la tarea actual. Pueden también tener problemas para terminar tareas rutinarias sin la supervisión directa, no pudiendo permanecer en la tarea y no poder llevar a cabo un trabajo independiente.

Éstas son las tres áreas de dificultad más comunes asociadas al TDAH.

Sin embargo, las investigaciones realizadas por Russell Barkley están sugiriendo que las personas con TDAH, particularmente, el subtipo combinado pueden también tener dificultades en las áreas siguientes:

El TDAH es un trastorno del desarrollo de la inhibición de la respuesta.

La inhibición es la capacidad de alterar la idea de responder a los eventos, nos permite parar y pensar, es el mecanismo que nos permite parar y pensar antes de actuar, analizar las consecuencias y en función de éstas planificar y organizar nuestra conducta para que sea adecuada a los fines y objetivos que nos proponemos.

Cualquier acción que diriges hacia ti mismo para cambiar tu comportamiento. Objetivo: cambiar uno mismo y mejorar las consecuencias del futuro. Pudiendo de esta forma anticipar y prepararse para los acontecimientos futuros.

Podemos diferenciar información y estímulos importantes en una situación determinada de otros que en esa situación son irrelevantes y en ese momento poder descartarlos o demorarlos por muy gratificantes que sean, debido a que a nuestra Memoria de Trabajo llega la información necesaria para analizar esos estímulos, analizar las consecuencias, planificar y organizar la conducta para decidir que es lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer en este momento y lo que tengo que dejar para más tarde.

La Memoria de Trabajo es la capacidad de traer y mantener la información importante en tu mente sobre lo que vas a hacer, recordar lo que tenemos que hacer ahora y a medio, largo plazo, y así poder dirigir y organizar nuestras acciones y actividades ahora y más adelante, y no perder la pista de los objetivos y metas, es parte de nuestro sistema ejecutivo.

El TDAH no puede hacer eso. El TDAH supone una incapacidad para hacer esto, el TDAH no puede parar, porque no recupera la información necesaria en tiempo real cuando la necesita para poder analizar, planificar y organizar su conducta.

El TDAH no es capaz de utilizar las experiencias de otros para aprender, si miramos al pasado para aprender para el futuro, tomamos conciencia del tiempo. El TDAH no tiene conciencia de tiempo, no se maneja adecuadamente con el tiempo, los problemas con la gerencia y organización del tiempo son típicos de los adolescentes y adultos con el trastorno. No pueden ver a través del tiempo, miopía hacia el futuro, viven el momento.

Retraso en el Desarrollo del lenguaje interno (la voz de la mente). El desarrollo del lenguaje interno: hasta los 3 años es un lenguaje hacia los demás; de 3 a 5 años hablan en voz alta pero para ellos (para uno); de 5 a 7 años hablan en voz baja (mueven los labios, solo partes del discurso (ah!, si…, no…); empiezan a pasar de la descripción de los hechos a las Instrucciones, empieza la conducta verbal privada, hablas contigo mismo, el autohabla. La investigación ha estado sugiriendo últimamente que los niños con TDAH presentan un retraso en el desarrollo de la lengua interna, la voz privada dentro uno mismo lo que empleamos para conversar con nosotros mismos y, dirige y planifica nuestro propio comportamiento. Este discurso privado es absolutamente esencial para el desarrollo normal del autocontrol, de la reflexión, y de la autorregulación. El retraso en las personas con TDAH contribuye a que tengan problemas significativos con su capacidad de seguir las reglas e instrucciones, para leer y para seguir direcciones cuidadosamente, para seguir sus propios planes, reglas, lo mismo ocurre para actuar en función de principios legales o morales. Cuando está combinado con sus dificultades con la memoria de trabajo, este problema con el hablarse a uno mismo o el discurso privado da lugar a menudo a interferencias significativas con la comprensión de la lectura, especialmente de las tareas de lectura compleja, sin interés o prolongadas.

Dificultades con la regulación de las emociones, de la motivación, y del despertar. Los niños y los adultos con TDAH tienen a menudo problemas para inhibir sus reacciones emocionales a los acontecimientos así como lo hacen otras personas de su edad. No es que las emociones que experimentan sean inadecuadas, pero es más probable que manifiesten en público esas emociones que experimentan, más que los demás de su misma edad. Parecen menos capaces para “internalizar” sus sensaciones, guardarlas para sí mismos para moderarlas como lo hacen los otros. Por lo tanto, es más probable parecer ante los demás como emocionalmente más inmaduros, más reactivos con sus sensaciones, más exaltados, poco moderados y más fácilmente frustrados por los acontecimientos. Junto con este problema de la regulación de la emoción, está la dificultad que tienen en la generación de la motivación intrínseca para las tareas que no tienen ninguna rentabilidad inmediata. Esta falta de regulación de las emociones o la incapacidad para guardarlas para sí mismos, la incapacidad para la automotivación, hace a menudo que parezca que carecen de autodisciplina pues no pueden realizar ni permanecer en aquellas tareas que no les proporcionan la recompensa, el estímulo, o el interés inmediato. Su motivación sigue siendo dependiente del ambiente, de los demás, de la recompensa inmediata, mientras que otros desarrollan una capacidad intrínseca para motivarse en ausencia de recompensas inmediatas o de otras consecuencias. También se relaciona con estas dificultades en la regulación de la emoción y la motivación, el de regular su nivel general del despertar para resolver demandas circunstanciales, el hallazgo de que el TDAH es difícil de activar o de despertarse para iniciar el trabajo que se debe hacer, se quejan a menudo de que no permanecen alerta, sobre todo en situaciones aburridas, y con frecuencia parece estar “en las nubes” cuando deben estar más alerta, enfocados, y enganchados activamente a una tarea.

Dificultad en la Capacidad, ingeniosidad, y flexibilidad para resolver problemas y para conseguir metas a largo plazo. A menudo tenemos que realizar actividades meta-dirigidas, a menudo nos vamos encontrar con obstáculos para lograr los objetivos. En ese momento, los individuos deben ser capaces de generar rápidamente par sí mismos una variedad de opciones y analizar los resultados respectivos de cada opción, y de seleccionar entre ellos, los que parezcan más efectivos, en función de la experiencia propia o la de otros, para superar el obstáculo, y así pueden continuar hacia su meta. Las personas con TDAH encuentran esos obstáculos a sus metas pero les resulta muy difícil superarlos, a menudo van directos hacia sus metas, no ven los obstáculos y se dan de narices con ellos y no se toman el tiempo necesario para pensar en diferentes opciones que podrían ayudarles a tener éxito para conseguir su meta. Así pueden parecer menos flexibles en las situaciones en las que hay que resolver un problema, es más que probable que respondan automáticamente o en impulso, y así que son menos creativos para generar opciones para la superación de los obstáculos para conseguir sus metas que otras personas. Estos problemas pueden incluso ser evidentes en el discurso y en la escritura de los TDAH, son menos capaces de organizar sus ideas y pensamientos para poder dar una explicación coherente. Y no pueden planificar rápidamente sus acciones o ideas en una cadena de respuestas ya sean verbales o conductuales para lograr con eficacia la meta que se quiere conseguir.

Mayor variabilidad en el rendimiento o funcionamiento normal en la realización de las tareas o del trabajo. Es típico de los TDAH, especialmente los subtipos asociados a comportamiento impulsivo, una variabilidad substancial a lo largo del tiempo en el funcionamiento de su trabajo. Estas grandes oscilaciones se pueden encontrar en la calidad, la cantidad, e incluso la velocidad de su trabajo, no pudiendo mantener un patrón relativamente uniforme de la productividad y de la exactitud en su trabajo a partir de un determinado momento o de un día para otro. Tal variabilidad está desconcertando a menudo a las personas que trabajan con ellos (padres, profesores…) pues está claro que en algunas ocasiones, la persona con TDAH puede terminar su trabajo rápidamente y correctamente mientras que otras utiliza mucho tiempo, sus tareas están mal realizadas, inexactas, y absolutamente irregularmente. De hecho, algunos investigadores ven este patrón de alta variabilidad en la realización de actividades un sello del trastorno y pueden estar relacionadas con la inhibición y la inatención descrita anteriormente.

El TDAH supone un retraso en el neurodesarrollo. Siempre van por detrás entre un 25% y un 45%. Un niño de 9 años tiene un autocontrol de entre 3 y 6 años.

No pueden organizar su mente.

No puede hacer lo que hacen los niños de su edad, aunque lo saben hacer. El problema es que pretendemos que se comporten como niños ordinarios o normales.

Parte posterior del cerebro es el cerebro que sabe, la parte frontal del cerebro es para utilizar lo que se sabe. En el TDAH existe una desconexión entre estas dos partes. Son personas que saben lo mismo que los demás, el problemas está en hacer lo que saben hacer, “sabiendo lo que tiene que hacer, no lo sabe hacer”.

Es un problema de rendimiento de la actuación, el momento de la vida en la que has de hacer algo.

Si no hay consecuencias externas, no van a ser capaces.

El TDAH es un problema de salida de información.

Las técnicas conductuales sirven para motivarlos, no para enseñarlos.

La información mental, el tiempo, la resolución de problemas, buscar estrategias para tratar de sacarlo del plano mental y hacerlo físico que lo puedan ver, tocar...

El TDAH a distintas edades

Preescolar: problemas de comportamiento, son más inquietos que los otros niños, se levantan más veces de la silla, parecen que pegan más, pueden tener más problemas a la hora de relacionarse con los demás, actúan más impulsivamente que los demás, cambian más veces de juego o de actividad.

Escolar:

Primaria: Rendimiento por debajo de sus posibilidades; el esfuerzo no se corresponde con los resultados obtenidos, no necesariamente fracaso escolar; “niño con posibilidades que no llega”; problemas de conducta; dificultades en las relaciones con sus compañeros, no necesariamente aislados o no integrados en el aula; se distraen fácilmente, no prestan atención, baja autoestima.

Secundaria: todo lo anterior, aunque el fracaso escolar es más probable, tonteo y/o consumo de drogas, embarazos no deseados; problemas legales, alteraciones más graves de la conducta; dificultad para llevar a cabo cualquier proyecto.

El TDAH está infradiagnosticado en España.

Las últimas investigaciones nos sugieren que se pueden desarrollar los síntomas en cualquier momento de la infancia, no necesariamente antes de los 7 años, después de los siete años, a los 10 o incluso a los 15.

No va a ser necesario que coincida la información de los padres y los profesores, pues el niño se puede comportar de manera diferente en casa y en el colegio. Hay que unir la información, no compararla. Son situaciones diferentes, mucho más difícil para ellos el colegio.

El retraso mental no descarta el TDAH (hay que comparar el déficit de atención con su edad mental, sabemos que el retraso mental supone déficit cognitivos, un niño de 12 años con una edad mental de 9, los resultados han de compararse con la edad de 9, si obtiene un rendimiento más bajo de lo esperado para esa edad, tenemos que pensar que existe un Déficit de Atención independiente del Retraso Mental.

Una familia desestructurada, marginal, problemática no descarta el TDAH (puede ser que esos padres, con problemas de drogas, alcohol, sean TDAH)

EL TEMPO COGNITIVO LENTO

Existen siete tipos de Atención y por lo tanto hay siete trastornos de Atención. Se conoce uno el TDAH, otro se ha descrito hace poco tiempo, el TCL.

El Tempo cognitivo lento es un trastorno de la Atención, pero son diferentes a los TDAH, aunque en este momento se están diagnosticando como TDAH subtipo inatento, son niños que sueñan despiertos, lentos, por debajo del nivel de respuesta, lentos en sus movimientos, aletargados, espesos, ausentes, apáticos o desmotivados, hipoactivos, tímidos aunque están interesados en relacionarse con los demás, dudosos, cometen muchos más errores en las tareas escolares que los TDAH, no son impulsivos. Son lo opuesto al TDAH.

Diferencias entre el TDAH y el TCL:

El TDL es un problema de IMPUT, de entrada, del procesamiento de la información, problema de percepción.

El TDAH, un problema de salida de la información.

El TCL no presenta comorbilidad, no presentan otros trastornos asociados, no tienen riesgo de presentar otros trastornos de conducta. Son niños más ansiosos

El TDAH presenta una alta comorbilidad, el 80% presenta un segundo trastorno; el 60% presenta dos o más trastornos asociados.

Los TCL responden bien al entrenamiento cognitivo-conductual: pautas conductuales, entrenamiento en autoinstrucciones, habilidades sociales…

Los TDAH no responden bien al entrenamiento cognitivo conductual, son muy difíciles de entrenar en habilidades cognitivas.

EL TDAH Y EL COLEGIO

A los TDAH en el colegio se les describe “básicamente es un niño vago e inmaduro” y cuando los padres le dicen al profesor que trabaja y estudia bastantes horas en casa, que en casa lo sabe y no se explican lo que ocurre en el examen (se lo sabe para un 9 y saca un 3), los profesores no lo creen, la explicación más cómoda y rápida, es un vago, y no lo hace porque no quiere. Es responsabilidad del profesor, plantearse que hay algo que no encaja, que puede existir un problema y no desentenderse echando la culpa a los padres o pensando que mienten y que quieren defender a su hijo. Es probable que haya algún caso que así sea, en alguno acertarán, pero muchos de esos casos son alumnos que probablemente tengan TDAH. Cuando habla cuando no le corresponde o interrumpe a otros cuando hablan, cuando se mueve continuamente, cuando molesta o pica a los compañeros, cuando no acata las normas, no respeta el turno en juegos, actividades, conversaciones… decimos que los padres le consienten demasiado, que se lo dan todo hecho y que el problema está en casa, el niño no tiene ningún problema.

Una vez diagnosticado y tratado, pensamos que el niño ya no tiene nada…. Nada más lejos de la realidad (el que es miope lo es toda la vida y aunque las gafas le ayuden a ver mejor, lo cierto es que sus ojos no funcionan bien y nunca va a ver igual que otra persona que no padece miopía) y dependiendo del grado de afectación la mejoría con la medicación será total o solo, en los casos más severos, parcial. Siempre van a tener problemas con la organización, la planificación, demorar las recompensas, actuar para el futuro, en mayor o menor grado esto va a ser siempre así.

El TDAH genera altos niveles de Ansiedad y depresión, pues viven en una continua incertidumbre, no controlan lo que hacen y no ven las consecuencias.

Los niños con TDAH presentan tantas dificultades en el colegio por las herramientas didácticas y el sistema de aprendizaje. Los niños normales, por el desarrollo evolutivo normal, no adquieren la capacidad de abstracción hasta los 12 años, aprenden mejor experimentando. El Sistema Educativo Español se basa en aprendizajes de conceptos abstractos desde los 6 años.

PAUTAS DE ACTUACIÓN E INTERVENCIÓN

No podemos ver la conducta aislada, tenemos que ver la conducta en un contexto en que circunstancias se ha dado esa conducta.

Son niños muy inestables, no alarmarse porque hayan mejorado y tengan una temporada mejor, y por favor, no penséis que ocurre algo en casa, porque en la mayoría de los casos no va a ser así.

Para entrenar en habilidades de autocontrol a los niños con TDAH hay que estar con ellos continuamente, porque no generalizan, esto los psicólogos y psicopedagogos no lo pueden hacer. Hay que profesionalizar a los padres y profesores. Hay que entrenar a padres y profesores para que sean ellos los que entrenen a los niños en cualquier situación de la vida cotidiana, de esta forma es más fácil que puedan generalizar.

No aprenden de los demás, aprenden experimentando (y no siempre).

El niño tiene los conocimientos, nuestra obligación es poner los recursos necesarios para poder saber que lo sabe (lo dice la ley): exámenes orales, preguntas cortas, tiempo que necesiten…

El niño con TDAH no es un niño problemático es un niño que tiene un problema.

Un tratamiento combinado, bien pautado y de instauración precoz puede ofrecer nuevas perspectivas a la vida del niño y su futuro.

Actitudes como “vamos a esperar que ya madurará…”; “solo es un niño vago y travieso”, etc. Pueden en cambio estar restando oportunidades a su futuro.

Cómo dar las instrucciones con el objetivo de facilitar el cumplimiento: establecer contacto ocular y/o proximidad física con el niño; dar las instrucciones de una en una, las instrucciones deben ser concretas, cortas y en un lenguaje positivo.

Las explicaciones deben ser motivadoras, cercanas a la vida cotidiana del niño, dinámicas, que permitan una participación frecuente. Deben estar estructuradas y organizadas. El profesor debe asegurarse que el niño ha comprendido la explicación.

Es necesario que el niño se siente cerca del profesor, facilitando la supervisión, y lejos de murales, ventanas u otros elementos decorativos.

Es importante que el profesor esté informado sobre el trastorno.

Ayudarle a organizar y planificar sus tareas:

Ayudar al niño a que se marque objetivos concretos y cortos.

Si la tarea es muy larga, fragmentarla.

Animarle a usar la agenda de forma sistemática, revisársela y felicitarle por su uso. Este es un espacio idóneo para reforzar y elogiar el buen comportamiento del niño. Se ha de evitar el uso de este medio como intercambio de críticas y aspectos negativos sobre su conducta y su rendimiento.

Elogiar la conducta adecuada

Utilizar un lenguaje positivo

Tareas cortas, refuerzo inmediato

Tareas para que se pueda levantar y canalizar así el movimiento

Ignorar conductas menores

Evitar los castigos, sobre todo en conductas que sabemos que no puede evitar, ya que no le enseñan la conducta correcta

Anticipar lo que pueden ser situaciones problemáticas

Dedicarle tiempo

Supervisarlo a menudo

¿Cuándo surgen los problemas?

La tarea es difícil y aburrida

Se le exige un trabajo por un periodo prolongado

Hay poco control

Se realizan cambios de actividades que el niño o adolescente no controlan

El niño no sabe lo que se espera de él

Solo se le recuerdan los errores, no se le acepta como es.

No se le respeta (se le chilla, se le amenaza…)

Es castigado en exceso.

Generalmente los niños tienen una lista de “noes” (no correr, no chillar, no insultar…). Es necesario formular las normas o los límites en positivo (caminar poco a poco, hablar flojito…), para así enseñar conductas adecuadas.

Elogia al máximo, ignora siempre que sea posible, castiga solo ante situaciones muy graves. Trata de sorprender a tu alumno cuando haga alguna cosa bien hecha y felicítalo.

Recordemos elogiarlo de forma especial, ya que la tarea escolar supone para un niño con TDAH un esfuerzo muy importante

Si no se trata adecuadamente al niño con TDAH no solo continuará teniendo dificultades para atender y controlar sus impulsos, sino que llegará a rechazarse a sí mismo, tendrá dificultades en la escuela, con los compañeros o amigos e incluso en la familia, mostrándose desmotivado para superar sus dificultades.

No es lo mismo un niño que piensa “como soy listo lo sabré hacer” que otro que piensa “no podré conseguirlo nunca”. El primero lo intentará, mientras que el segundo abandonará antes de intentarlo o ante la mínima dificultad.

Sustituir el verbo “ser” por el verbo “estar”. De esta forma no atacamos su autoestima, lo que hacemos es mostrarle la conducta correcta.

Potenciar una buena autoestima es la mejor defensa para que sepa enfrentarse con éxito a los diferentes retos que le ofrecerá la vida.

 

Fuente: http://www.alenhi.org/