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Hablan los “expertos”: No existe el déficit de atención sino el déficit intelectual (¡Toma ya!)

Manuel Rodríguez G.

Tuve la desgracia de conocer al “profesional” del que se habla más abajo, hace años. También tuve la desgracia de conocer una de sus clínicas privadas (y una única sesión, ¡válgame Dios!) y su asimetría y disparidad entre la tesis y la praxis , así como su falta de empatía y de sensibilidad entre otras cosas hacia quienes, parece ser, se debe: en este caso hacia una niña con el denominado Tiempo Cognitivo Lento (hipoactiva). Diagnóstico que no supo detectar hasta que yo, un vulgar padre, se lo dejé ver (ratificado en su día por el excelente profesional y gran persona Joaquín Díaz Atienza a sospechas mías). Sería la última visita por la S.S. a este “especialista”, ya que él mismo se encargó de derivarnos a otro hospital, tras recordarle que me debía un informe que me había prometido para, supuestamente, ayudar a su paciente e hija mía, respecto al apoyo educativo en el colegio y el acoso escolar que venía sufriendo. Finalmente me negó el informe y tras determinadas preguntas mías respecto a los resultados de un potencial evocado realizado criticó mi interés, pues “yo sólo debía de preocuparme por ser padre de mi hija”. “Curiosamente, tras mis oportunas preguntas y la relación de ese potencial evocado y otras peculiaridades con respecto al Tiempo Cognitivo Lento o Sluggish Cognitive Tempo (SCT), tuvo el “detallazo” de poner una nota en la documentación que trasladaba a la que sería la nueva neuropediatra. Nota que venía a decir que “había sospechas por su parte” de que la niña padecía el denominado SCT. Todo ello tras, como comentaba anteriormente, criticar mi interés, pero contradictoriamente recoger esa relación que yo le había comentado. Y es que, al fin y al cabo hablaba el “experto”; ese que ahora dice que muchos de nuestros niños no tienen déficit de atención sino sencillamente déficit intelectual (Mi hija por cierto tiene un c.i.de 114)…

Les dejo con el artículo bastante propagandístico en cuestión (comentarios incluidos), según mi opinión.

 

Julián Vaquerizo: "Estoy convencido de que no existe el déficit de atención, sino el déficit intelectual de la persona"

 

JOSE LUIS GUERRA

Sus conocimientos sobre autismo e hiperactividad han traspasado nuestras fronteras. El neuropediatra extremeño Julián Vaquerizo Madrid, que lleva años al frente de ese departamento en el hospital Materno-Infantil de Badajoz, tendrá el honor de asesorar al gobierno de Obama en estas materias. También ha descubierto una nueva enfermedad.

--Ha sido nombrado consultor médico de la Secretaría de Estado de Educación de EEUU. ¿Qué supone eso para usted?

--Es un orgullo. Llevo media vida dedicado a la medicina de la educación; a la neurología del desarrollo; del aprendizaje. He tenido mucho vínculo con universidades americanas. Pero jamás pensé que me eligieran, y además por unanimidad de la Federación de Profesores de Educación Convencional e Individualizada. También he sido nombrado miembro de honor de la Fundación Americana de Epilepsia.

--¿Por qué de educación en lugar de sanidad, que está más vinculado con su trabajo?

--Porque yo intervengo en la parte de medicina del desarrollo, esto es, cómo actúa el cerebro; cómo aprende el cerebro. Desde la Neuropediatría hay una disciplina que es lo que más trabajamos nosotros, que es todo aquello que repercute sobre el aprendizaje: que unas células del cerebro se conecten con otras y haya una multiconexión. En eso es en lo que enfoco mi asesoría tanto en EEUU como en España, e intento que lo aprovechen los niños extremeños.

--¿Esos aspectos con qué tienen más que ver, con la hiperactividad o con el autismo?

--Es todo un conjunto. Llevo mucho tiempo ligado al tema de la hiperactividad, pero conforme vas profundizando en él, vas enlazando disciplinas y ves cómo ni la dislexia era la ceguera para las palabras ni el fallo en la ruta fonológica del sonido, sino una combinación de los mundos sensoriales. Hay que cruzar los diferentes mundos y trabajar en varias dimensiones, entre ellas la memoria cartográfica o la visión (estamos trabajando la visión periférica, que es lo que ha ayudado a Fernando Alonso a mejorar su conducción o a cualquiera a no chocarse con una puerta; o para chavales que se distraen, trabajamos con un juego de guerra que no produce más violencia, sino que te mejora todo el proceso de planificación y organización). Todo eso, por la contribución de la audiología, de la oftometría, etc. trata de dar una explicación a por qué se lee de una forma; por qué un niño que tiene un retraso franco en la lectura ha tenido también un retraso en el habla, o un trastorno de la motricidad desde pequeño.

--¿Pero se refiere a niños autistas o hiperactivos?

--En Medicina, para hacer el diagnóstico de un trastorno o una enfermedad hay unos criterios de inclusión, pero también de exclusión. En hiperactividad estudiamos una serie de fenotipos, dentro de un contexto de atención variable, que fluctúa desde la fatiga atencional a la tendencia a hiperconcentrarse. Si eso lo extrapolamos muchísimo es donde estaría el grupo de los autismos. Todos somos un poco impulsivos, un poco dispersos e inquietos. ¿Dónde está la línea entre los que se les puede catalogar de TDAH y no? Pero yo voy más allá, porque no existe el déficit de atención, sino el déficit intelectual…

 

(Para seguir leyendo, incluyendo comentarios acceda al siguiente link:

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/julian-vaquerizo-estoy-convencido-de-que-no-existe-deficit-de-atencion-sino-deficit-intelectual-de-persona-_729219.html?inicio=10&id=729219 )

Síndrome de Asperger: El mundo a través de una celda invisible

Una monitora pasea junto a un niño con Síndrome de Asperger.CLARA FERRANDO

El mundo a través de una celda invisible

Los estímulos que mueven nuestra mente y las emociones que nos invaden son la particularidad que nos hace especiales. Esta reflexión todavía coge más fuerza cuando hablamos de personas con Síndrome de Asperger. No obstante, el aura de desconocimiento que les envuelve genera un alud de mitos y falsas creencias que les relega a ser vistas como raritas o extravagantes.

Una monitora pasea junto a un niño con Síndrome de Asperger durante una sesión de ocio terapéutico.

Este síndrome, cuyas causas son todavía desconocidas, es un Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) que aparece aproximadamente en cinco niños de cada 1.000 (sobretodo varones) y afecta esencialmente a las habilidades sociales de quien lo padece. Cuando se dice que el Síndrome de Asperger (S.A.) no es una enfermedad, es porque ni se transmite, ni se cura, ni los afectados son enfermos mentales.

Según la Federación Asperger España, lo que ocurre es que en estas personas el desarrollo se produce de un modo alternativo a lo que está considerado como ‘normal’. No se tiene Asperger, se es Asperger, como quién nace delgado o con los ojos azules. Su ‘discapacidad’ surge a raíz de su particular modo de entender e interpretar el mundo que les envuelve. Su cerebro no es peor al de cualquier neurotípico, lo que ocurre es que su patrón mental para ordenar la realidad es distinto al común.

Las alteraciones en los patrones de comunicación, la incapacidad para mirar directamente a los ojos, el rechazo del contacto físico directo, la presencia de rituales y normas inamovibles, el uso de un lenguaje rebuscado y bastante peculiar y un reducido número de ‘temas de interés’, son algunos rasgos que no tardan en aparecer en los niños que posteriormente serán diagnosticados como Asperger. Sin embargo, estos son signos son orientativos, ya que cada uno tiene una personalidad distinta y pocos tienen exactamente las mismas dificultades y destrezas en común.

La infancia es un momento especialmente complicado para las personas con S.A.

La infancia es un momento especialmente complicado para las personas con S.A.

Una niñez complicada

La infancia de estos niños nunca es un camino fácil, las burlas y la incomprensión a su alrededor suelen ser los compañeros de viaje más habituales. Posiblemente sea el chaval que juega sólo en los recreos y rehuye mirar a los ojos de los demás. El mismo que no sabe encajar críticas ni derrotas porque parece no comprender las reglas del juego. “Muchas veces dejan de hacer las cosas porque saben que no les va a salir perfecto y por eso deciden ni siquiera intentarlo”, asegura Pilar Rodríguez, trabajadora social de la Asociación Asperger Valencia.

Ejemplos como estos demuestran que su gran diferencia radica en la incapacidad de entender el mundo normalizado de lo social. Ven a través de una pared de cristal que les separa de su entorno y les hace sentirse incomprendidos. Sus capacidades intelectuales son totalmente normales, por lo que sí perciben que son distintos al resto, lo que les hace sentirse todavía más aislados.

Su interpretación del lenguaje es literal al cien por cien y les cuesta mucho aprender a distinguir bromas, metáforas, chistes o frases hechas de aquellas que no lo son. Muchas veces no consiguen interceptar mentiras o dobles sentidos lo que les puede convertir en objeto de burla para quienes no conocen su condición. Con el paso del tiempo y el tratamiento adecuado, estas asperezas se suavizan un poco. Pese a carecer de empatía, suelen ser personas pacíficas con un fuerte sentimiento moral de integridad y justicia, dispuestos siempre a defender sus valores a cualquier precio.

Aunque estás características no son inherentes al síndrome, también es habitual que las personas con S.A. destaquen en los campos de interés que han elegido. Pueden llegar a ser excelentes profesionales en su sector, dado el alto grado de dedicación y perseverancia que destinan a su pasión y objetivos. No obstante, la fijación de puntos de interés únicos también se vuelve en su contra. Cuando escogen un tema se vuelven incansables exploradores de lo desconocido cuya curiosidad difícilmente encuentra fin. Su fascinación por un tema les lleva a interrogar, preguntar e indagar hasta la saciedad a familiares y profesores, hasta el punto de poder hacerles perder la paciencia. Cualquiera que intente seguir su ritmo termina agotado, aunque la persona con S.A. no entenderá el enfado de su interlocutor, ya que para él el tema tratado es absolutamente primordial.

Aprendiendo a comprender

El caso de María Elena es todo un ejemplo de superación. Esta madre no tardó en darse cuenta que algo pasaba con sus hijos, especialmente con el menor, Carlos. “Empecé a tener sospechas de que algo no marchaba bien cuando mi hijo comenzó Educación Primaria”, asegura. Carlos tenía problemas de conducta y era incapaz de estar más de cinco minuto concentrado en la misma actividad. A su hijo le diagnosticaron en un primer momento Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Se trataba de un niño muy listo pero tenía un problema para atender y una actividad motora excesiva.

De puertas adentro, en casa le proporcionaron una profesora particular que trabajaba a diario con él. Al principio el niño se negaba a asistir a estas clases y se encerraba dentro de un armario. Al cabo de un mes, aunque accedió a recibir las clases, se cruzó de brazos y se pasó otro mes entero sin leer ni una palabra. Decidieron que las clases las recibiese en casa de la docente, allí ya no tenía la misma confianza que en su casa y, poco a poco, comenzó a poner algo de su parte.

Lo más difícil es hacer consciente del problema a las personas del entorno más cercano. Hay quien puede llegar a atacar insinuando que el problema es que no se está educando al niño como es debido

Por lo que respecta a su otro hijo, Sergio, mostraba síntomas de que sus desajustes (baja autoestima y fracaso escolar) pudieran estar relacionados con los de su hermano menor y también fue diagnosticado con un TDAH. Tiempo después los dos participaron en un programa de investigación mundial sobre familias de sus características y a ambos les realizaron el test para determinar su capacidad intelectual: eran superdotados. “Esto no significa nada si no se trabaja muy duro”, les dijo la doctora Ana Miranda, experta en TDAH. Sin embargo María Elena seguía intranquila. Intuía que sus hijos tenían algo más y hace tan solo unos meses fueron diagnosticados de Síndrome de Asperger.

La parte más complicada para la familia es hacer consciente del problema a las personas del entorno más cercano. Las reacciones son muy diversas y van desde la incomprensión al apoyo, pasando por el desconocimiento o la frustración. Algunos incluso llegan al ataque al insinuar que María Elena ha sido incapaz de saber educar a sus hijos como es debido. Para esta madre ahora son su mayor preocupación pero no quieren que pasen por lo que pasó ella, “probablemente porque yo también sea TDAH”.

Qué podemos hacer
El esfuerzo que padres y hermanos hacen para salir adelante y afrontar todas las dificultades que puedan surgir durante la vida del hijo con Asperger son titánicos. La culpabilidad, la negación, la tristeza… Multitud de sentimientos confusos se entremezclan al pensar que ‘se ha hecho algo mal’ a la hora de educar al hijo. Sin embargo, los familiares no están solos en este viaje, actualmente existen numerosas agrupaciones dedicadas al síndrome.

En la Comunitat Valenciana se creó en 2003 la Asociación Asperger Valencia-TEA a causa de la falta de implicación con el trastorno por parte de los servicios sanitarios y educativos públicos. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro centrada en dar a conocer el síndrome a la sociedad e informar, asesorar y orientar a las personas con S.A. y a sus familias. Para lograr sus objetivos se dedica a organizar numerosas iniciativas como charlas, jornadas y congresos para asesorar a todo el que pueda estar interesado en saber más sobre el tema. Además, facilita el diagnóstico del Síndrome de Asperger y realiza un seguimiento detallado una vez el trastorno se confirma.

De cara a las familias se organizan charlas regularmente para informarles sobre aspectos específicos del trastorno. La trabajadora social de la Asociación afirma que “sirven para conocer a otros padres” porque muchas veces “se sienten solos”. Estos encuentros son muy positivos para ellos al ayudarles a “conocer y poder ayudar a quiénes han pasado por una situación similar”.

Casos como el de Carlos y Sergio son más comunes de lo que pensamos en nuestra sociedad; se repite la esencia pero no la forma, no hay dos Asperger iguales. Para ellos la realidad supone una jaula transparente de aislamiento y contradicciones sociales imposibles de entender. Las dificultades a las que se enfrentan los pequeños son enormes y de la prontitud del diagnóstico depende en gran medida la evolución positiva gracias al tratamiento adecuado. De todos nosotros depende no cerrar los ojos ante casos como estos y no detenernos a la hora de intentar ayudar y buscar asesoramiento para confirmar las sospechas.

Porque puede que los únicos comentarios que la persona afectada suscite en su entorno vayan en la línea de “es un niño rarito”, “son cosas de la edad”, “siempre ha sido así” o “ya se le pasará”. Sin embargo, al retrasar la confirmación del síndrome lo único que hacemos es darles tiempo para que se alejen de la realidad y engrosen todavía más las paredes de su celda intangible.

Fuente:

http://www.nonada.es/2013/04/asperger-el-mundo-a-traves-de-una-celda-invisible.html

TDAH: ¿biológico o psicológico?

 

TDAHVirginia Pérez

Lo padecen entre un tres y un cinco por cierto de los menores de 12 años, pero los estudios estiman que en más de un 60% persiste en la edad adulta. El trastorno por déficit de atención, también conocido como TDAH, lleva consigo, en muchas ocasiones, el desconocimiento de padres y profesores, que confunden las verdaderas causas de este síndrome.

El profesor Juan Jiménez, del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, nos cuenta que el trastorno por déficit de atención puede estar o no asociado a la hiperactividad. “Se trata de un trastorno de origen neurobiológico”, lo que quiere decir que no está condicionado por factores medioambientales o contextuales sino por causas en el cerebro.

Juan Jiménez en la Facultad de Psicología/Javier Ganivet

Jiménez explica, además, que se trata de un trastorno heterogéneo, lo que conlleva serias dificultades para encontrar un prototipo de persona con TDAH, ya que no todos los individuos presentan los mismos síntomas. “Podemos decir que el síndrome incluye tres subtipos: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad (el individuo es incapaz de estarse quieto y de autocontrolarse) y uno combinado”, afirma el profesor.

A pesar de tratarse de un problema al que se atribuye una causa neurobiológica, lo cierto es que no se dispone de marcadores biológicos claros y objetivos que detecten la presencia del TDAH en el individuo, tal y como nos ha comentado Juan Jiménez. Es desde el punto de vista práctico, donde la experiencia clínica ha detectado un total de 18 síntomas que especificarían si nos encontramos ante un caso de TDAH o no.

Los criterios que utiliza el profesional, según el profesor, “están basados en la observación de la conducta. Los 18 síntomas son, entre otros, las dificultades para mantener la atención en las tareas y los juegos o mover las manos y los pies mucho”. Estos deberían estar presentes, al menos, en un período de 6 meses. El problema es que estos síntomas no son lo suficiente útiles para detectar el síndrome en adolescentes o adultos, ya que “los estudios se han centrado demasiado en la infancia, obviando también que muchas veces perduran en otras etapas de la vida”.

Para detectar un caso de sospecha de TDAH, Juan Jiménez nos cuenta que los clínicos primero deben tener una descripción muy precisa y, posteriormente, han de comprobar si el individuo presenta 6 o más síntomas en las escalas desarrolladas para cada uno de los subtipos. Además, los síntomas deben estar presentes en más de un contexto, “no vale que la falta de atención se manifieste solo en la escuela y no en casa, por ejemplo”, afirma el investigador.

Hasta ahora, el diagnóstico para el trastorno por déficit de atención es clínico, basado en los síntomas, pero a la hora de planificar el tratamiento, el profesor recalca la importancia de contar con la valoración neuropsicológica y así tener mucha más información para planificar el plan de atención educativa.

Explica Juan Jiménez que el próximo mes se publicará una revisión del DSM5, donde se recoge una descripción de todos los trastornos de la salud mental. Algunas de las nuevas aportaciones consisten en especificar los indicios de este síndrome en la adolescencia y la edad adulta, presentando al menos cuatro nuevos síntomas. Además, se propone un nuevo subtipo inatento puro.

Estudio en Canarias

El profesor Juan Jiménez y su equipo de investigación presentaron un proyecto a la Agencia Canaria, el cual resultó ser financiado y que les has permitido cubrir una laguna importante en Canarias: conocer la tasa de prevalencia y, en segundo lugar, ponerlo a disposición de los profesionales para su tratamiento.

Según nos explica el profesor, se encontró una tasa de prevalancia del 4,9% de los que el 3’1% sería del subtipo inatento, el 1’1% hiperactivo y el 0’7% combinado. La incidencia fue mayor en varones. El estudio incorporó también la selección de un conjunto de instrumentos para que los profesionales tengan un modelo de cómo hacer esa exploración neuropsicológica.

Esta estandarización de instrumentos se hizo sobre una población de 1000 niños aproximadamente” afirma el investigador. Los resultados permitieron, no solo validar los instrumentos, sino que permitió hacer análisis evolutivos sobre el desarrollo de cada una de las funciones ejecutivas en la población exenta de este tipo de trastorno. “Así se dispone de la referencia evolutiva normal para saber si hay o no desviaciones en el desarrollo de las funciones cuando se está valorando a un niño con síntomas de sospecha de TDAH” explica Juan Jiménez.

Este trabajo de investigación fue recogido por la revista European Journal of Education and Psychology , en el año 2012, en un solo volumen.

Fuente:

http://www.daciencia.com/

Bases para la elección del tratamiento farmacológico en trastorno por déficit de atención/hiperactividad

 

deficit de atencion inatencion 004El tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) requiere el diseño de un plan completo e individualizado para cada paciente, familia y entorno, que incluye tres partes principales: psicoeducación y entrenamiento en manejo conductual, apoyo académico y medicación. Los estimulantes (metilfenidato) y los no estimulantes (atomoxetina) son los dos fármacos aprobados en España para niños y adolescentes y para continuación del tratamiento en adultos con TDAH.

Un estudio publicado en Revista de Neurología afirma que el tamaño del efecto de los estimulantes (1,0) es mayor que el de la atomoxetina (0,7-0,8), aunque la metodología del estudio, especialmente la duración, puede afectar el tamaño del efecto. El rango del número de pacientes necesario para tratar es de 1,9 a 5,3, superior al de otros fármacos para otros trastornos (antidepresivos o antipsicóticos). Entre los factores que condicionan la elección del tratamiento farmacológico del TDAH están la comorbilidad, los efectos adversos potenciales (especialmente bajo apetito, insomnio, tics y potencial de abuso de la medicación), la preferencia de los padres y del paciente, la necesidad de acción a lo largo del día o en momentos concretos del día, la necesidad de inicio rápido de acción, el precio y la necesidad de visado de la medicación.

Según los autores, las formas de liberación prolongada, acción media y larga, aunque con un coste económico mayor, ofrecen ventajas sobre las formas de acción corta, incluyendo mayor adhesión, efecto más suave, gradual y estable a lo largo del día, menor estigmatización y menor riesgo de uso inadecuado o abuso de la medicación.


abril 9/2013 (Neurologia.com)
Soutullo C, Alvarez-Gomez MJ. Bases for the selection of pharmacological treatment in attention deficit hyperactivity disorder. Rev Neurol. 2013, Suppl 1:S119-29.

Fuente:

http://boletinaldia.sld.cu/aldia/

Reflexiones de una madre de un niño con Trastorno por Déficit de Atención y elogio a una Asociación que ayuda de verdad: G.E.A. Educadores

Manuel Rodríguez G.

gea educadoresEl siguiente escrito me ha llegado accidentalmente a través de un tercero por las redes sociales. Hoy la publico porque me parece, como otras reflexiones de afectados, muy indicativa de cómo funciona la atención a la Diversidad de muchos niños que por sus dificultades inherentes a trastornos como el TDAH y/o relacionados, son olvidados y ninguneados en sus respectivos colegios, como mal enquistado y sistémico de un Sistema Educativo, que muy generalizadamente no cumple, se desentiende y/o disfraza esa negligencia complacida por todo un sistema institucional sordo y cínico.

En el caso que nos ocupa, esta madre cuenta su peregrinar por diversos colegios hasta, finalmente encontrar un colegio atípico por cumplidor; atípico y loable y una Asociación que hace frente a lo que cualquier Asociación debería llevar a la praxis, aunque también atípica y ejemplar por el esfuerzo, apoyo y disposición de sus integrantes, que tampoco es común en muchas organizaciones de este tipo. En este sentido he de sentirme orgulloso de conocer a quien dirige esta Asociación, que al menos a mi me apoyo y ayudó en todo momento. Tengo el honor de conocer a Mapipa, Pilar Sánchez para muchos, pero Mapipa para mí como para algunos pocos muy cercanos. Conocí a Mapipa en un Foro sobre Discapacidad, aunque pronto nos atamos a una amistad que espero perdure toda una eternidad. Como dice esta madre que a continuación escribe, GEA Educadores es una entidad con educadores vocacionales, una maravilla para estos tiempos difíciles que corren, casi un lujo añadiría yo. Gracias Mapipa, en mi nombre y extensivo a todo tu grupo de colaboradores Sonrisa. Os dejo con las reflexiones de esa madre…

 

Estimados Padres, Madres, Hijos, Educadores y toda persona que pueda tener interés.

Me he decidido a escribir esta carta, sobre todo, motivada por la polémica suscitada en cuanto al programa Salvados, el Periodista Jordi Évole y los profesionales consultados en su programa sobre ese gran mundo que es el TDH, TDA,TELE y todas sus te,s juntas.

En mi humilde opinión, creo que estáis sacando las cosas de quicio y que realmente ni todo es blanco, ni todo es negro y pienso que para empezar, aquí no hay culpables con nombres y apellidos, lo que sí existe es nada más y nada menos que una gran incógnita como es el "Déficit de atención"

Desde mi conocimiento, el conocimiento de una mujer normal, madre y trabajadora, es que el Déficit de Atención y todas sus T,s y sus H,s, es un “gran saco ”dónde se han metido todos los trastornos habidos y por haber que tienen nuestros hijos, ya sean a nivel escolar, social, familiar, emocional… que no son más que todos esos trastornos que todos alguna vez hemos tenido de niños, adolescentes o incluso de adultos, unos en mayor o menor medida y que hemos solucionado o hemos tratado de solucionar con lo que teníamos a mano (haciendo deporte, con malas soluciones a largo plazo como el alcohol o las drogas, a veces con los amigos o la familia e incluso en ocasiones con la ayuda del sexo),pero ahora, bien, porque hemos avanzado en materias (digamos) tecnológicas y por supuesto ni por ser más listos ni más inteligentes, solo por disponer de más información y más estudios al respecto, hemos puesto nombres.

Por supuesto que entiendo que en algún caso concreto la ayuda puede ser una medicación de forma puntual o en forma de un tratamiento al largo plazo, pero desde mi experiencia, como afectada en este asunto, me gustaría exponerla a continuación con el fin de ayudar a alguna persona con dudas al respecto a que pueda adelantarse y recortar al menos los tiempos de actuación por desconocimiento.

En mi caso concreto mi hijo ha sido diagnosticado de un “trastorno” el cuál le impide tener un desarrollo escolar y social (digamos) normal.

Por supuesto llegar a ese diagnóstico no ha sido nada fácil:

El primer obstáculo fue el “colegio”, un colegio concertado llamado “Colegio El Valle Valdebernardo” dónde además de pagar un gabinete Psicopedagógico entre otros extras, llegados a Primaria "me dicen que han observado algo en él que no es “normal”, al niño le hacen repetir 2º curso de primaria y lo solucionan diciéndome que busque un Psicólogo y un Logopeda que me ayude fuera del colegio ya que ellos no tienen apoyos de este tipo, aunque por otra parte sí que los cobran.

Tras un tiempo razonable en Logopedia y Psicoterapia (unos dos años), lógicamente es un tiempo más que prudencial para poder ver mejoras en este sentido y después de darme cuenta de que algo no iba bien, busco ayuda y me dirijo a una “Asociación” llamada ATAM (Asociación del Grupo Telefónica para la Atención de Personas con Discapacidad ) accesible para todo el mundo, dónde valoran a mi hijo y me asesoran de que puedo hacer y dónde dirigirme, por lo que ya voy viendo unapequeña luz, que antes no existía.

En estos momentos la Psiquiatra Infantil del Centro de Salud Pública que atendía a mi hijo ya estaba perdida e incluso me empezaba hablar de medicación para probar y de colegios especializados en niños con dificultades (digamos), severas, por llamarlo de alguna manera.

Pero gracias a los profesionales de ATAM no fue necesario “probar, por probar” nada, ya que con su asesoramiento y mi energía, podría ser suficiente y digo mi energía porque esto no es fácil pero con ganas y buenos consejeros todo es posible.

Lo primero que tenía que hacer es “exigir” al colegio los apoyos que necesitaba mi hijo y solicitar una evaluación externa al Equipo de Orientación de la Comunidad de Madrid ,que lógicamente hasta ese momento, yo no sabía que existía, mientras que todo esto se gestionaba, al menos tardamos un año en conseguirlo, con muchas trabas desde el colegio, busqué los apoyos fuera, los apoyos que mi hijo necesitaba que en este caso, eran de un Psiquiatra especializado en conductas y una Reeducación Escolar ,extra, que el colegio no le daba.

Después de otro año más siguiendo estas indicaciones, de mucho esfuerzo por parte de mi hijo y de mi misma, de tiempo, de dinero y de algún que otro disgusto, empiezo a ver la luz un poco más grande y clara.

A través del E.O.E.P de la Comunidad de Madrid con su ayuda llego a la conclusión que ese no es el Colegio que mi hijo necesita y por su puesto el que él se merece.

Así que busco en otro sitio en un lugar dónde no me trastorne demasiado el cambio de Colegio y de Residencia y me pongo a ello, Torrejón de Ardóz podría ser el sitio que estoy buscando, tengo relación con gente del pueblo y además en el E.O.E.P también me lo aconsejan, así que a partir de ese momento, busco un Colegio con las necesidades que nos han aconsejado, pongo mi casa en venta e iniciamos el nuevo curso 2012-2013 en esta preciosa localidad (la búsqueda del Colegio también fue a base de llamadas a Ampas, Asociaciones, Equipos de Orientación etc…).

Ya en Torrejón, el Colegio me pone las cosas muy fáciles, para empezar y solamente con el informe del EOEP incluyen a mi hijo en sus horas escolares los apoyos que precisa y tanto la profesora, como las personas de apoyo y orientadoras se muestran accesibles y muy profesionales. Todo esto sin que me cueste un euro extra C.P. JAIME VERA TORREJÓN DE ARDÓZ


Incluso dónde ven que ellos por tiempo y conocimiento no pueden llegar, por tratarse de temas fuera de lo escolar y más relacionado con lo emocional, me dirigen a una Asociación en Torrejón que colabora con todos los Colegios Públicos de la Localidad para ofrecer sus servicios a aquellas personas que lo necesiten, otra maravilla, G.E.A Educadores(Asociación de Apoyo a la Diversidad Grupo de Educación Alternativo), un grupo de educadores vocacionales dónde se dedican a trabajar para ayudar a todas las familias dónde un niño puede necesitar algún apoyo extra que su Colegio o Familia no sabe o no puede darle, justo lo que necesitaba.

Desde que estamos en este asociación todo parece más sencillo, más fácil, comprenden a mi hijo y encajan con él como si le conocieran de toda la vida, con solo una entrevista de 1 hora conmigo la Psicóloga que le atiende y con la conversación que tuvo ella misma con la orientadora del Colegio, me da un diagnóstico claro, algo que nunca he tenido.

Así que actualmente, solo puedo decir, que estoy encantada, que estoy viendo una luz clara y enorme dónde antes era todo oscuro o quizás solo lograba ver un atisbo de luz, por aquello de que la esperanza es lo último que se pierde.

Que vamos a conseguir ser “normales” y llevar una vida normal como una familia dónde ningún trastorno les impide disfrutar de su vida, de su tiempo y sobretodo de sus “sueños”.


Por supuesto, nunca sabré si hubiera dado con un médico que me hubiera recomendado medicar a mi hijo con algún tipo de fármaco y yo hubiera aceptado que habría pasado, a lo mejor me habría ahorrado todo lo anterior, en fin, sinceramente, no lo creo, más bien pienso que hubiera dejado para el mañana lo que pude hacer ayer.


Sin ánimo de acritud, desde mi humilde opinión y para toda aquella persona que le pueda interesar.

Rosa Feliz

Nacida en Madrid y en la actualidad vecina de Torrejón de Ardóz Madrid

Atención a la Diversidad en alumnado con Trastorno por Déficit de Atención: Metodología y praxis caduca

José Ramón Gamo, de Centro CADE, habla sobre la necesidad de realizar cambios en los objetivos y metodologías escolares para minimizar las dificultades del aprendizaje, y explica, de una manera sencilla y cercana las funciones frontales.

 

Fuente vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=CsfLws7uG0Y&feature=player_embedded

El TDAH podría estar causado por un retraso en el desarrollo neural

 

Un ligero retraso en el desarrollo de la corteza frontal podría provocar el TDAHUn grupo de científicos que estuvo estudiando los orígenes del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) ha descubierto que los responsables de esta afección podrían ser los leves retrasos en el desarrollo normal del cerebro. Previamente, los expertos pensaban que el culpable era una alternancia total de los patrones normales de desarrollo.


La nueva investigación sugiere que incluso los leves retrasos en el desarrollo neural podría desencadenar una serie de cambios que pueden llevar a la aparición de TDAH. La nueva investigación fue financiada por el Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH).


Este trabajo fue la continuación de un estudio previo que demostró que la corteza cerebral de los niños que padecen TDAH es más gruesa que en el resto de los niños.


El grosor y el área de la corteza crecen durante el desarrollo normal del cerebro. Son dos procesos muy importantes, sobre todo porque la corteza es responsable de asimilar la atención, cognición, el lenguaje, la atención, el procesamiento sensorial y otras funciones críticas.

Lo que el equipo hizo en el nuevo estudio fue analizar si la superficie cortical de los niños con TDAH también se encuentra anormalmente desarrollada. Los científicos incluyeron en el estudio a 234 niños con TDAH y a 231 niños sanos.

Con edades comprendidas entre los 10 y 17 años, los cerebros de los niños fueron escaneados cuatro veces a varios intervalos. El propósito de los escaneos fue averiguar cómo se desarrollaron sus cortezas y comparar los dos grupos.

El equipo midió el desarrollo en más de 80.000 puntos en todo el cerebro para cada participante. Asimismo, observaron que los niños con TDAH exhibían un retraso en el desarrollo de la superficie cortical en la región frontal del cerebro, informa PsychCentral.

Los sujetos sanos lograron un área pico del 50% en la corteza prefrontal derecha a la edad de 12,7 años, según explican los investigadores. En comparación, los sujetos con TDAH lo hicieron a una edad promedio de 14,6 años.

“Esto sugiere que hay un retraso global en el caso de TDAH en las regiones cerebrales importantes para el control de la acción y la atención”, declaró Philip Shaw, el autor del primer estudio y médico especializado en TDAH en el Instituto Nacional de Salud Mental.

“Estos datos ponen de manifiesto la importancia de los enfoques longitudinales en la estructura del cerebro, al ver que hay un retraso en su desarrollo. Ahora queremos comprender las causas de este retraso en el TDAH”, agregó el Dr. John Krystal, editor de Biological Psychiatry (la revista que publicó este estudio).


Fuente:

http://www.softpedia.es/

La motivación, clave para un buen aprendizaje


Para que un niño aprenda de forma efectiva es necesario que disfrute con el aprendizaje, de este modo motivar al alumno despertando su interés es una de las principales tareas que debe asumir un profesor. Como todos sabemos o imaginamos, la motivación es un elemento importante para que la persona realice una tarea y sobre todo para realizarla de manera efectiva. Sí lo que tenemos entre manos es un niño, adolescente o adulto con TDAH la motivación se vuelve aún más fundamental.

El niño con TDAH puede resultar especialmente difícil para el profesor, puesto que su atención está limitada, los periodos de trabajo sostenido y efectivos son mucho menores, está supeditado a una conducta en la que influye un escaso control del movimiento y la impulsividad, y es un niño que depende de reforzadores inmediatos y en el que los reforzadores a largo plazo no funcionan.
No es fácil estimular ni motivar a ningún niño, el estímulo siempre va a depender del individuo. Cuando intentamos motivar al niño, antes que nada, debemos investigar y conocer al chico para averiguar que le gusta, que le motiva. De esta forma conseguiremos conocer los estímulos más adecuados para él. Es importante estar especialmente atento y receptivo a sus éxitos por pequeños que sean, con ello se conseguirá reforzar la autoestima del niño. Una buena autoestima le ayudará a sobrellevar los fracasos, evitar el abandono o la dejadez, les ayudará a reponerse adecuadamente y de manera más rápida y a reconocer sus puntos fuertes y débiles; con todo esto estaremos dando el primer paso para conseguir despertar la motivación en el niño.
Fuente: A través de Beatriz Serrano Pérez

Niños con fracaso escolar: Causas y tratamientos

 
Dr. César Soutullo Esperón

Clínica Universidad de Navarra

 

deficit de atencion inatencion fracaso escolarIntroducción

El fracaso escolar es un problema frecuente en niños y adolescentes que puede tener causas variadas: médicas, psiquiátricas, psicológicas, sociales, ambientales, etc.

Cuando se presenta debe buscarse cuidadosamente el origen porque con frecuencia cuando se trata o corrige se puede mejorar la significativamente la situación.

Problemas médicos

Aunque la alimentación de los niños es generalmente adecuada en nuestro medio y no son frecuentes las situaciones de malnutrición, a veces se puede producir una "malnutrición relativa" en niños que no desayunan adecuadamente. Así pasan muchas horas desde la cena hasta la comida sin alimentarse. Esto puede producir falta de concentración, cansancio y desinterés en las clases de la mañana. Es importante supervisar el desayuno de los niños, reservando tiempo suficiente y que así tomen calorías suficientes, no sólo azúcar o bollería que se absorben rápidamente, sino también proteinas como jamón, huevo o queso, además de leche, zumo o fruta y pan, cereales o galletas (hidratos de carbono de absorción lenta). El almuerzo de media mañana puede suplir y complementar el desayuno.

Otra causa médica de posible fracaso escolar y problemas de concentración son los problemas del sueño. Niños que se acuestan muy tarde o a horas irregulares, o que duermen en ambientes ruidosos pueden estar excesivamente cansados para rendir en el colegio al día siguiente. También, niños con obesidad que roncan excesivamente sufren muchos periodos cortos de apnea durante el sueño, es decir, que dejan de respirar en medio de los ronquidos, y luego se despiertan brevemente. Aunque no se dan cuenta de estos despertares, durante el día están cansados y con falta de concentración. Este problema se detecta mediante un estudio del sueño y se debe corregir. Al coregirse los ronquidos mejora el sueño y la concentración.

También niños con asma que empeora durante la noche tienen el sueño interrumpido y pueden sufrir de problemas de energía y concentración. El uso de algunas medicaciones contra el asma, las alergias y la epilepsia y el exceso de cafeina puede afectar también la energía y la concentración.

En adolescentes el abuso de drogas como la marihuana puede producir no sólo problemas de concentración, sino desinterés, apatía y "pasotismo", así como disminución de la autoestima y reducción de las expectativas. Se puede detactar la presencia de marihuana en orina con un sencillo análisis. Otras causas médicas de problemas escolares y de concentración pueden ser la anemia y trastornos endocrinos como diabetes o problemas de tiroides, por lo que es útil realizar un análisis de sangre para descartar estos problemas.

También es importante que un niño con fracaso escolar reciba una evaluación de la vista y el oido, ya que problemas en estas áreas son sencillos de resolver.

Cociente intelectual bajo y trastornos del aprendizaje verbal y no verbal

Cuando se evalúa a un niño o adolescente con fracaso escolar es importante realizar un test de inteligencia como el llamado test de WISC. Así podemos evaluar el nivel intelectual del niño, ya que a veces niños con retraso escolar pueden presentar inteligencia normal-baja o incluso inferior a lo normal que hace que cada año se vayan retrasando un poco más al ir aumentando la exigencia en el colegio.

El test de WISC además nos da información no sólo sobre la inteligencia global (Cociente Intelectual o C.I.), sino también sobre el llamado CI verbal o inteligencia verbal, y el CI manipulativo o inteligencia práctica. Si existe un desequilibrio entre estos dos tipos de inteligencia, auque el resultado global sea normal, el niño puede tener dificultades en procesar información verbal (no entiende lo que lee), o la información manipulativa (auque entiende lo que lee no lo puede poner en práctica ni utilizar esa información). Estos problemas de aprendizaje verbal y no-verbal deben ser detectados y tratados con apoyo psicopedagógico en el colegio y en sesiones suplementarias en casa o en gabinetes psicopedagógicos.

Hay una serie de problemas específicos del aprendizaje como trastorno del aprendizaje de la lectura, de las matemáticas, de la escritura; trastornos de la comunicación como trastorno del lenguaje expresivo, mixto del lenguaje expresivo-receptivo, trastorno fonológico (problemas de pronunciación y vocalización); y además trastornos de las habilidades motoras como el trastorno evolutivo de la coordinación (niños torpes desde el punto de vista motor) que deben ser evaluados por un neuropediatra, que pedirá las pruebas necesarias a un psicopedagogo y a un logopeda cuando sean necesarias.

Problemas psiquiátricos, psicológicos y del aprendizaje

Una de las causas más frecuentes de fracaso escolar en niños es el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que afecta a un 5% de los niños en edad escolar, siendo más frecuente en varones. Éstos niños tienen problemas de atención, impulsividad (hacen las cosas sin pensar) y exceso de actividad. Sin embargo no todos los niños con TDAH son hiperactivos, y aquellos con el tipo inatento de TDAH, que predomina en niñas, sufren principalmente de inatención y a veces pasan desapercibidos porque no molestan tanto a los adultos.

El TDAH es un problema serio y debe ser tratado por un equipo de especialistas con experiencia en el tratamiento de niños con problemas psiquiátricos y del comportamiento, y con posibilidad de coordinar los recursos en el colegio, y apoyar a los padres. Estos niños deben ser evaluados por el pediatra o psiquiatra infantil y tratados con medicación, ya que así se mejora el rendimiento escolar y disminuyen los problemas con sus iguales y con la familia. Algunas veces, formas leves de TDAH se pueden controlar con tratamiento no farmacológico, sin embargo, los estudios indican que el tratamiento más eficaz es una combinación de una medicación y psicoterapia conductual con entrenamiento a los padres y apoyo en el colegio.

Otra causa frecuente de rechazo y fracaso escolar en niños pequeños son problemas de ansiedad, especialmente ansiedad por separación. En este cuadro clínico el niño tiene mucho miedo a separarse de los padres y con frecuencia tiene síntomas físicios como dolores de tripa, vómitos, dolores de cabeza, etc cuando van al colegio pero no los presentan los fines de semana. Tampoco les gusta que los padres se vayan a cenar o al cine y los dejen a ellos con los abuelos o una canguro, y también duermen con los padres o tienen mucho miedo al acostarse. Ese miedo a estar lejos de casa hace que en el colegio estén distraidos, cuando no están en la enfermería por problemas físicos que no tienen causa médica sino psicológica.

La depresión en niños y adolescentes puede producir además de humor triste o frecuentemente irritable, desinterés, apatía, falta de ilusión, y además falta de concentración y de energía, así como problemas en el sueño. Debe diagnosticarse y tratarse por un psiquiatra con antidepresivos modernos que tienen pocos riesgos y pocos efectos secundarios, y que no producen ni adicción ni cambian la personalidad, como mucha gente erróneamente cree. Un tipo de depresión como la enfermedad maniaco-depresiva o bipolar a veces se confunde con el TDAH y necesita otros tratamientos porque los antidepresivos la pueden hacer empeorar.

La depresión no es culpa de los padres ni del niño, y no ayuda paralizarse ante la situación y esperar "a ver si se le pasa", porque cuanto más se retrase el diagnóstico y tratamiento peores pueden ser las secuelas. La depresión es la principal causa de suicidio en todas las edades, y el suicidio es la tercera causa de muerte de jóvenes entre 15 y 24 años, y la sexta en niños entre 5 y 14 años.

Problemas sociales y ambientales

En niños con fracaso escolar se debe también descartar que exista una falta de estructura en las actividades en casa. Horarios irregulares de comida, estudio y sueño, ambientes ruidosos, hacinamiento en la vivienda, falta de supervisión por adultos y situaciones de pobreza y falta de recursos pueden repercutir en el rendimiento escolar del niño. Otros problemas entre los padres como abuso de alcohol u otras drogas, peleas o violencia doméstica, situaciones de desempleo y adversidad social extrema como la que sucede en minorías también tienen consecuencias serias sobre la estabilidad del niño y sobre su interés en su educación.

En resumen, ante un niño o adolescente con fracaso escolar deben descartarse primero problemas médicos de la vista y el oido, del sueño y de la alimentación, problemas endocrinológicos, neurológicos y abuso de drogas, especialmente marihuana y alcohol en adolescentes. Depués de la evaluación pediátrica se hace una evaluación psiquiátrica y psicológica por un especialista, para valorar el nivel intelectual y la presencia o no de problemas específicos del aprendizaje, así como trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión, y trastorno por déficit de atención e hiperactividad. También debe evaluarse la familia, la situación de los padres y el entorno social del niño para descartar otros problemas que afecten el rendimiento y la motivación del niño.

De todas formas, aunque se encuentre algún problema social o ambiental se deben descartar los otros problemas y no culpar a los padres ni al niño de su propio fracaso escolar. Una vez encontrada la causa o causas del problema se establece un plan de tratamiento. Es imprescindible un seguimiento que incluirá información de los padres, del niño y también de los profesores, evaluando tanto las notas y el rendimiento escolar como el comportamiento en clase y con los compañeros para conseguir una total integración del niño en la clase.

 

Fuente:

http://www.cun.es/